Mario “el chino” Wong tiene 76 años y quiere dar a conocer sus obras, con las que no intenta “ser cuestionador”, sino exponer la ideología fidelista en la que él cree.
Desde la ciudad de Sagua la Grande, en Villa Clara, nos comenta que no tiene nivel de escolaridad ninguno, pero es un universitario de la calle: Wong dejó los estudios en noveno grado para dedicarse a trabajar moliendo piedras y así mantener a su familia.
Wong, que preside la Asociación de Chinos en Sagua la Grande, comenzó a pintar en piedra años atrás, inspirado en la Revolución. Sus obras veneran las figuras de Fidel y Raúl Castro, y el actual presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez. También celebran la unión de los pueblos y al Papa Francisco como salvador de la humanidad.
“Fui a MINCULT para hacer los procedimientos para legalizar mis obras”— cuenta Mario. Pero quedó desalentado por “la imposibilidad de patentizar las pinturas”, que según él, pueden valer miles de dólares porque están hechas en piedra impermeabilizada al agua.
El Chino Wong desafió a las autoridades en intentos desesperados por mostrar sus obras en público: “se organizaba un acto político en la calle Martí, y delante de la plataforma que allí se montó, puse algunos de mis cuadros”— recuerda. “Esto causó mi detención policial durante toda la tarde de ese día”.
Un obstáculo más pudiera interponerse ahora entre el chino Wong y sus deseos de dar a conocer sus obras: el Decreto 349, que pretende controlar con mano férrea las manifestaciones artísticas en la Isla, mediante la censura a la libertad para la creación independiente, o de artistas no evaluados.
“Que me reconozcan como artista sería lo más lindo de mi vida”, concluyó.