Latam Airlines Group SA, la aerolínea más grande de América Latina, se declaró en quiebra ante una corte de Nueva York después de que la pandemia de COVID-19 afectó gravemente a esta industria.
El hecho es que la compañía no tiene idea de cómo pagarle a sus acreedores en Estados Unidos, y por ello hace esta misma jugarreta de Avianca, para seguir operando mientras elabora un plan para pagarles.
Latam, cuyos accionistas incluyen a la familia Cueto de Chile y Delta Air Lines Inc., continúa volando con un horario reducido y puede acceder a un préstamo de hasta 900 millones de dólares, según el capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos, indicó el comunicado de Latam.
Latam, con sede en Santiago de Chile, atiende a más de 70 millones de pasajeros al año en más de 300 aviones, pero también tenía más de 7 mil millones de dólares de deuda.
El año pasado, Latam firmó un pacto de 2,25 mil millones de dólares para vender una parte a Delta Air Lines. La aerolínea chilena ha planeado aumentar gradualmente los vuelos en los próximos dos meses, con el objetivo de alcanzar el 18% de la capacidad previa a la crisis sanitaria, pero esto no ayudaría demasiado.
Latam ya redujo más de 1850 empleos en Chile, Colombia, Ecuador y Perú en las últimas semanas, después de recortar el 95% de sus operaciones de pasajeros.
“Dado el impacto que la crisis generada por la covid-19 ha tenido en la industria de la aviación, LATAM se ha visto obligada a tomar una serie de decisiones extremadamente difíciles en los últimos meses”, dijo el CEO de la compañía, Roberto Alvo en un video.
“LATAM Airlines Group y sus filiales en Chile, Perú, Ecuador y Colombia entraron en una reorganización voluntaria bajo la protección del Capítulo 11 en los Estados Unidos”, afirmaron.
La compañía tiene sus raíces en Lan Airlines, fundada en Chile en 1929 y privatizada en 1989. Latam nació en 2012 después de que Lan anunciara planes para fusionarse con Tam por unos 3,3 mil millones de dólares.