Paraguay potenciará la investigación sobre uso medicinal de la marihuana

En el esfuerzo por ahondar sobre los beneficios médicos del cannabis están comprometidos médicos, biólogos e ingenieros de las ramas forestales y de agronomía, entre otras especialidades, así como las universidades locales
Se tienen que saber cuáles son las mejores cepas y conocer más las autóctonas
 

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Asunción, 1 oct (ADN CUBA).- Tras la aprobación en 2017 de la ley que permite el uso médico de la marihuana, Paraguay se dispone a abrir el proceso para otorgar a cinco empresas la producción, industrialización y comercialización controlada de aceite de cannabis en el país.

Con ello no solo se busca investigar más sobre las utilidades médicas de este compuesto, sino además para ahondar en el conocimiento de la planta, informó el 30 de septiembre la organización internacional Red para la Ciencia y el Desarrollo (Science and Development Network, SciDev.Net, siglas en inglés).

En esa tarea, agregó, están comprometidos médicos, biólogos e ingenieros de las ramas forestales y de la agronomía, entre otras especialidades, y las universidades locales estarán involucradas en la investigación del cáñamo.

“No solo es cuestión de pacientes, además de las cepas. Se tienen que saber cuáles son y conocer más las autóctonas”, dijo a SciDev.Net el neurocirujano Miguel Ángel Velázquez.

Él es uno de los promotores de la reglamentación de la ley 6007/17, que en diciembre del 2017 creó el Programa Nacional para el Estudio y la Investigación Médica y Científica del Cannabis y sus Derivados.

El programa básicamente permite la investigación médica y científica del uso terapéutico del cannabis y derivados en el tratamiento de enfermedades en humanos.

A su vez, Dante Zacarías, profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), dijo a SciDev.Net que las licencias que se entregarán permitirán la contratación de más científicos que investiguen sobre los usos del cáñamo.

 

 

“Hay varias especies de cannabis y todos tienen distintos usos. Hay mucho por investigar”, indicó.

El Estado garantizará la provisión gratuita del medicamento, al establecer que 2 por ciento de la producción de esas compañías sea entregado por el gobierno a quienes lo necesiten para sus tratamientos.

Para trabajar con la producción del aceite de cannabis, los interesados deben solicitar el permiso a la Dirección de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud hasta el 31 de octubre.

La plantación inicial del cannabis es de cinco hectáreas, pero podrá extenderse a 10. Antes de 2017, el cultivo no estaba legalizado, señaló SciDev.Net, organización proveedora de información y análisis sobre ciencia y tecnología para el desarrollo a nivel global.

Las documentaciones para entregar las licencias serán analizadas por los ministerios de Salud, Industria y Comercio, entre otros organismos.

SciDev.Net dijo que actualmente, solo un laboratorio privado está autorizado a importar componentes del cannabis, elaborar localmente el aceite y vender el producto. Pero con la entrega de licencias se ampliará la oferta e incluso se podrá utilizar la producción nacional de cannabis.

“La coyuntura del mundo está favoreciendo la dinámica de este negocio a nivel global y creemos que Paraguay no puede perderse la oportunidad”, sostuvo a SciDev.Net Juan Carlos Cabezudo, directivo de la empresa Cáñamos del Sur e impulsor de la conformación de una Cámara Paraguaya de Cannabis Industrial.

 

 

En este contexto, recientemente (12 de setiembre) la Cámara de Senadores otorgó media sanción a un proyecto de ley que despenaliza el autocultivo del cannabis para uso médico. La normativa fue impulsada por padres de la organización Mamá Cultiva, buscando un marco legal para abastecer del medicamento a sus hijos.

El aceite de cannabis se utiliza mayoritariamente para el tratamiento de la epilepsia refractaria, Parkinson, Alzheimer. “Es una necesidad urgente de las familias que puedan tener acceso a la medicina”, dice Cinthia Fariña, una de las impulsoras de la ley.

Paraguay es el octavo país en aprobar el uso medicinal del cannabis. Antes lo hicieron Argentina, Chile, Colombia, México, Perú, Puerto Rico y recientemente Ecuador.

El 18 de septiembre, este país aprobó una reforma a su Código Penal que elimina la sanción a la posesión de fármacos que contengan tetrahidrocannabinol (THC), el principio activo del cannabis y que elimina el cáñamo de la lista de plantaciones prohibidas. Pero se trata de “cannabis no psicoactivo” con un “contenido de THC inferior a 1 por ciento en peso seco”, y solo en casos de uso médico.

 

 

En la región, Uruguay es el único país que autorizó la venta, consumo y cultivo de marihuana con uso recreativo.

SciDev.Net informó en noviembre de 2018 que, a cinco años de convertirse en el primer país del mundo en regular la producción, distribución y venta de cannabis, Uruguay dio otro paso importante con la creación de la Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal (Cecam), que desde octubre de ese año agrupa al 60 por ciento de los emprendimientos que trabajan en este rubro en el país.

Son 14 las empresas fundadoras de la Cecam, pero se estima que unas 20 son las que integran una “industria con enorme potencial para Uruguay, que generará investigación y desarrollo (I+D) por más de US$ 1,5 millón en el próximo año”, dijo entonces Marco Algorta, vocero de la cámara, durante la presentación.

Estimó también que estas empresas crearán unos 3.000 puestos de trabajo zafrales o directos.