El expresidente de Francia, Jacques Chirac, ha muerto este jueves por la mañana a la edad de 86 años, según ha anunciado su yerno Frederic Salat-Baroux a la agencia AFP.
"El presidente Jacques Chirac murió esta mañana rodeado de su familia. En paz", ha dicho el esposo de Claude, hija del expresidente.
Chirac estuvo al frente de la República Francesa desde 1995 hasta 2007. También fue alcalde de París entre 1977 y 1995. Él fue el primer regidor de la capital francesa en ser elegido por sufragio universal y el consistorio parisino se convirtió para él en un gran trampolín electoral, que le dio una enorme popularidad. Antes de su etapa como alcalde y como presidente de la República, Chirac fue ministro del Gobierno de Georges Pompidou a principios de los setenta (de Relaciones Parlamentarias, de Agricultura y de Interior).
El antiguo mandatario llevaba años retirado de la vida pública y sufrió un problema cerebrovascular cerebral en 2005. El político conservador tuvo que gobernar en cohabitación con un Gobierno socialista liderado por Lionel Jospin, y en las elecciones de 2002 se enfrentó al ultraderechista Jean-Marie Le Pen en la segunda vuelta.
En 2011, el expresidente francés fue condenado a dos años de cárcel por malversación de dinero público y abuso de confianza; ambos delitos cometidos durante la extensa etapa en que fue alcalde de París. La justicia, finalmente, le eximió de cumplir condena en prisión al encontrarse enfermo.
Su oposición a la intervención militar americana en Irak le convirtió en un héroe en los países árabes. Obró influido por el cálculo político y el antiamericanismo clásico francés, pero su olfato no le engañó: el plan era malo y el pretexto, las supuestas armas de destrucción masiva de Sadam Husein, una fabulación. Su ministro de Exteriores, Dominique de Villepin, tan atildado como apuesto, pasó a ser una estrella mundial. Chirac lideró la Europa refractaria a Bush y a su aliado Blair, bando al que se apuntó el presidente español José María Aznar.
Esa sintonía con la opinión pública no le sirvió para convencer a sus compatriotas de que debían aprobar en referéndum la Constitución europea, redactada por un equipo liderado por Giscard y que contenía el germen de una unión política necesaria tras la adopción del euro. Como todo presidente, quiso dejar su huella en París con un institución cultural. En su caso, el Museo de las Artes Primeras en el Quai Branly, dedicado a las artes y tradiciones no europeas, acorde con su afición por las culturas exóticas.
En 2007 traspasó sus poderes a Nicolas Sarkozy, hombre audaz surgido del mismo partido pero que encarna una derecha liberal conservadora.
Le sobrevive su viuda Bernadette. Sesenta años de matrimonio en los que Chirac fue tan infiel como discreto. Apodado 'Monsieur tres minutos, ducha incluida' por la fugacidad de sus encuentros sexuales, entre sus supuestas amantes se nombra a Claudia Cardinale. Está documentado que ni el ministro del Interior ni el servicio secreto pudieron localizarle la noche en que Diana, princesa de Gales, agonizaba en París.
(Con información de AFP y Libération)