La mañana de este jueves en la comunidad mormona de La Mora, en el norteño estado de Sonora, se llevaron a cabo los primeros funerales de las víctimas de la masacre que este lunes cobró la vida de nueve personas, seis mujeres y tres niños, por parte de narcotraficantes.
"Me siento muy triste es horrible lo qué le pasó a mi hija y a mis nietos, es algo muy serio que nos dolerá toda la vida, Dawna era una persona que amaba la vida, amaba a la gente", aseguró a Efe Karen Woolle, madre y abuela de las víctimas.
Según la versión oficial, criminales del cártel de La Línea atacaron este lunes tres camionetas con miembros de una comunidad mormona cuando estos se dirigían de Bavispe (estado de Sonora) hacia Janus (estado de Chihuahua), regiones fronterizas con Estados Unidos, probablemente al ser confundidos por una banda rival.
El macabro saldo final fue de tres mujeres y seis menores asesinados, además de varios niños heridos.
En el funeral este jueves de cuerpo presente, miembros de la familia Langford despidieron a su tres allegados fallecidos, la madre Dawna Ray Langford y dos de sus hijos, Trevor Harvey Langford y Rogan Jay Langford, quienes murieron acribillados a balazos.
Dawna Ray era madre de 13 niños, y el día del ataque armado viajaba en una camioneta junto a sus nueve hijos más pequeños.
De esto murieron Trevor, de 11 años, y Rogan, de tan solo dos años.
Del resto de menores, cinco resultaron heridos de gravedad por balas de grueso calibre.
Cuando los deudos llegaron al patio de la familia Langford, donde se llevó a cabo el funeral, de la casa salieron tres féretros de madera, seguidos de algunos de los sobrevivientes quienes con muletas acompañaron al cortejo.
Después del entierro, los menores heridos, a quienes se les permitió acompañar a su madre en el último adiós, regresarán al hospital en Arizona (EE.UU.) donde están recibiendo tratamiento médico.
"Sobre las autoridades siento que en realidad deben hacer algo y tomar con seriedad la amenaza porque esto es algo muy serio que no debió pasar. A las tres mujeres y a los niños los hirieron y mataron, les hicieron cosas terribles. Y mis nietos están luchando por sobrevivir", agregó Karen Woolle antes de romper en llanto.
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Los allegados de las familias Langford, Miller, LeBarón y Woolle rezaron y cantaron canciones religiosas como "I need thee every hour" y "Be still, my soul".
Uno a uno, pasaron al frente para recordar anécdotas de las víctimas, condenar la violencia de grupos criminales y rechazar la actuación de las autoridades en México.
Después del funeral, el cortejo partió hacia el panteón del rancho La Mora para el entierro.
Pasado el mediodía se llevó a cabo el funeral para Rhonita María Miller, quien murió calcinada junto a sus cuatro hijos, Howard Jacob de 12 años, y Krystal Bellaine, de 10 años; así como los gemelos Titus Alvin y Tiana Gricel de apenas ocho meses de nacidos.
Este viernes en Galeana, en el norteño estado de Chihuahua, será el funeral de Christina Marie Langford, quien dejó huérfana a Faith Marie, sobreviviente al ataque.
Además de las familias Miller, Langford y LeBarón, en los funerales estuvieron presentes la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich y otros funcionarios estatales.
"Después de una pérdida como esta creo que el mejor apoyo que les puedo brindar es justicia, con la colaboración de todas las instancias del Gobierno por supuesto, dado que la brutalidad de este crimen y la cobardía de estos monstruos", declaró la gobernadora de Sonora, quien ofreció ayuda a los sobrevivientes.
En la comunidad de La Mora hay 31 casas para igual número de familias. Pero 10 de estas ya están abandonadas por la amenaza de grupos criminales a los residentes.
Además de la violencia de grupos criminales, varios de los Langford, Miller y LeBarón advirtieron este jueves que abandonarán la región entre Sonora y Chihuahua para mudarse hacia los Estados Unidos, porque afirman que las autoridades mexicanas son corruptas y omisas.
Actualmente sólo hay un sospechoso detenido por su probable responsabilidad en los enfrentamientos violentos entre grupos criminales entre Sonora y Chihuahua, que derivaron en el crimen de las familias mormonas.
Aunque se tiene poca información, el arrestado se ha identificado como Leonardo, de 30 años, detenido por las autoridades federales en posesión de una camioneta blindada, un arsenal y dos personas que mantenía amordazadas y secuestradas.