El expolicía Mario Sandoval llegó este lunes a Buenos Aires, capital de Argentina, tras hacerse efectiva su extradición desde París (Francia), para ser juzgado por la desaparición del estudiante Hernán Abriata en 1976, durante la última dictadura militar de ese país sudamericano (1976-1983), confirmaron a Efe fuentes oficiales.
Sandoval arribó al aeropuerto porteño de Ezeiza alrededor de las 10.30 hora local (13.30 GMT) en un vuelo procedente de la capital francesa, tres días después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) rechazara el recurso interpuesto por la defensa del expolicía.
El TEDH era la última instancia a la que podía recurrir Sandoval después de que el Consejo de Estado francés desestimara el miércoles su demanda por considerar que entregarlo a Argentina no lo privaría de un juicio justo ni de la presunción de inocencia.
Ese mismo día fue arrestado en su domicilio de la ciudad de Nogent sur Marne, a las afueras de París, y encarcelado.
De esta manera se validó de forma definitiva el decreto de extradición que había firmado el 21 de agosto el primer ministro, Édouard Philippe.
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El procedimiento de extradición ante la Justicia francesa se inició en 2012. Inicialmente, Argentina reclamaba a Sandoval para juzgarlo por crímenes contra la humanidad, ya que lo implica en más de 500 casos de asesinatos, torturas o secuestros cometidos durante la dictadura militar.
La Justicia francesa autorizó su entrega pero restringiendo las causas a la desaparición del estudiante de arquitectura Hernán Abriata, único delito por el que se sentará en el banquillo.
La abogada de Argentina en este procedimiento, Sophie Thonon, expresó a Efe "una muy grande satisfacción" por la perspectiva de la extradición al cabo de un proceso que ha sido -subrayó- excepcionalmente largo para conseguirlo.
Sandoval, que ha vivido en Francia desde 1985 y adquirió la nacionalidad francesa, ha afirmado durante todo el procedimiento para su extradición que él no es la persona a la que reclaman en Argentina.