La ONU "le impone una ruta electoral"a Bolivia "mientras que a Cuba, Nicaragua y Venezuela ni siquiera les pide elecciones"

El expresidente boliviano Jaime Paz Zamora y otros ciudadanos del país sudamericano denunciaron “el trato asimétrico y discriminatorio” de Naciones Unidas hacia su nación.
Jeanine Áñez
 

Reproduce este artículo

El expresidente boliviano Jaime Paz Zamora, secundado por ciudadanos de todos los estratos sociales de su país, denunciaron ante el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, el papel del enviado especial de la ONU en la nación sudamericana, informó Radio Televisión Martí.

Según el medio, Paz Zamora y otros ciudadanos bolivianos enviaron una carta a Guterres en la que señalan que Jorge Arnault, el enviado de Naciones Unidas, favorece al exgobernante Evo Morales mediante su labor en Bolivia.

Jean Arnault, el enviado especial del Secretario General, se ha parcializado con Evo Morales y está precipitando y presionando por elecciones en pleno pico de la pandemia (octubre 2020). Mientras, 69 países, desde marzo, y Nueva Zelanda (ayer) han postergado elecciones hasta que ‘sea seguro’ para la población acudir a las urnas”, apunta la carta.

De acuerdo con el documento, Arnault no reconoce que el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, es el único con amplia presencia nacional puesto que el MAS es la única fuerza política que se ha permitido alentar en Bolivia en los últimos 14 años.

Según los firmantes de la misiva dirigida a Guterres, debido al impacto de la pandemia de la COVID-19 en Bolivia no existen condiciones sanitarias propicias para celebrar las elecciones de forma segura. Para ellos no tiene sentido presionar al Gobierno provisional encabezado por Jeanine Áñez a celebrar elecciones. 

De esa forma, los firmantes denuncian “el trato asimétrico y discriminatorio” de Naciones Unidas a Bolivia. El organismo multinacional “le impone una ruta electoral (al país sudamericano) en plena pandemia mientras que a Cuba, Nicaragua y Venezuela ni siquiera les piden elecciones, en tiempos normales”, reza el documento.

Las críticas a la ONU por evitar pronunciarse sobre las violaciones de derechos humanos en tales países son comunes. La complicidad de organismos internacionales como Naciones Unidos, en torno al régimen de La Habana, no acaba, y se ha notado un crecimiento incluso en tiempos de COVID-19.

Justo este lunes 18 de agosto la coordinadora residente de Naciones Unidas en Cuba, Consuelo Vidal, criticó el embargo de EE. UU. contra el régimen cubano, pero no se pronunció sobre el bloqueo interno de los gobernantes de la Isla contra los más de 11 millones cubanos residentes en el país.

En un reportaje difundido por el oficialista Noticiero de la Televisión Cubana, la funcionaria de la ONU reconoció que el organismo ha estado apoyando al régimen en temas de protección, pruebas PCR y demás insumos para hacerle frente al nuevo coronavirus.

Sin embargo, la funcionaria no mencionó las miles de reses muertas por abandono estatal en Las Tunas, ni de la ofensiva contra los llamados coleros, ni tampoco sobre la represión contra periodistas independientes y opositores.