El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, decidió entrar en aislamiento voluntario y trabajar desde su casa como medida de precaución, mientras su esposa se somete a exámenes por el nuevo coronavirus, anunció este jueves su gabinete.
Sophie Gregoire Trudeau presenta síntomas similares a los de la gripe tras regresar de un viaje a Londres y “está siendo examinada por covid-19”, especifica un comunicado oficial.
“Aunque no siente ningún síntoma, el Primer Ministro optó por trabajar desde la casa en autoaislamiento por (...) precaución hasta que se conozcan los resultados” de su esposa, agrega la nota.
De acuerdo con medios locales, después de su viaje, Grégoire presentó por la noche de ayer una “fiebre leve”, por lo que recibió atención médica y se sometió a una prueba de coronavirus para descartar su contagio.
Sin embargo, pese a que aún no están listos los resultados el matrimonio canadiense permanece en su residencia. Además, se asegura que los malestares han disminuido.
Pese a que los especialistas de la salud permitieron a Trudeau continuar con sus actividades mientras no presentara sintomatología, el Primer Ministro decidió entrar en cuarentena. Por ello, los encuentros agendados para este día han sido cancelados.
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Aunado a ello, se informó que mantendrá contacto con sus ministros por vía telefónica para monitorear todo lo relacionado con la pandemia de coronavirus en su país.
El mandatario canadiense y la vice primera ministra Chrystia Freeland hablarán con esos dirigentes provinciales por teléfono para “barajar acciones colectivas para limitar la propagación del covid-19 y proteger a los canadienses”, según el comunicado.
El coronavirus infectó a más de 100 personas en Canadá y dejó un muerto desde el inicio de la pandemia en diciembre en China.
La ministra de Sanidad de Canadá, Patty Hadju, declaró el miércoles que las autoridades canadienses prevén que entre el 30 y el 70 % de la población contraerá el nuevo coronavirus.
La epidemia de coronavirus de Wuhan, una de las mayores crisis sanitarias de los últimos años cuyas consecuencias son todavía impredecibles, se ha extendido por más de 120 países y afecta a unas 140 mil personas, de las que más de 4700 han perdido la vida.