El Supremo salvadoreño impuso este lunes una serie de medidas contra las acciones del presidente Nayib Bukele, quien abrió una crisis política sin precedentes el domingo, al irrumpir en el Parlamento con las fuerzas armadas para forzar a los legisladores a aprobar un préstamo que financiaría su plan de seguridad, informaron reportes de prensa.
La Sala Constitucional, el máximo tribunal de justicia del país, “ordena” a Bukele “que se abstenga de hacer uso de la Fuerza Armada en actividades contrarías a los fines constitucionalmente establecidos y ponga en riesgo la forma de gobierno republicano, democrático y representativo, el sistema político pluralista y de manera particular la separación de poderes", según un reporte de Infobae.
Además, la resolución de la Sala determinó que Gobierno, incluido Bukele, baje "la convocatoria girada con el propósito de una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa a efecto que se apruebe el préstamo” objeto de la contención.
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Por último, ordena al ministro de Defensa y al director de la Policía “que no ejerzan funciones y actividades distintas a las que constitucional y legalmente están obligados”, en clara referencia a la entrada de policías y militares este domingo en la sede de la Asamblea Legislativa.
El domingo, Bukele fue al Parlamento junto a funcionarios y varios cientos de sus seguidores a presionar para que los diputados aprueben un crédito de 109 millones de dólares destinados para la compra de equipo para la policía y el ejército.
El mandatario se hizo acompañar de unos 5.000 de militares y policías armados con fusiles de asalto, muchos de ellos entraron al llamado Salón Azul, donde sesionan los legisladores. La sesión no pudo abrirse porque no tuvo el quorum necesario.
La Sala Constitucional admitió este lunes una demanda presentada por dos ciudadanos que consideraron que el presidente Bukele violó la Constitución del país al convocar a una sesión parlamentaria por medio del Consejo de Ministros, algo que solo se aplica a casos de catástrofes o emergencias de envergadura nacional, han señalado observadores en San Salvador.
Al admitir la demanda, el Supremo salvadoreño paró en seco la amenaza de Bukele de regresar el próximo domingo a presionar nuevamente a los legisladores a que aprueben un crédito señalado.
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Las medidas son de carácter “cautelar”, y se mantienen válidas hasta que la Sala emita su resolución final, en una fecha que aún no se tiene prevista.
La medida realizada por Bukele no tiene precedente en la historia reciente del país, que en 1992 puso fin a 12 años de guerra civil.
Las redes sociales recogieron la preocupación de la sociedad por la presencia militar en el Congreso, lo cual recordó los años de guerra, cuando el Ejército dominaba la vida política del país y la oposición se aplastaba con mano de hierro.
Bukele, por su parte, rechazó las declaraciones y aseguró a El País que "si fuera un dictador habría tomado el control de todo el Gobierno anoche”.
“Los diputados pueden votar a favor o pueden votar en contra del financiamiento a la Fase 3 del Plan Control Territorial, lo que no podían hacer era faltar a esta convocatoria, y lo hicieron”, agregó.
Las acciones generaron repudio de la comunidad internacional, dijo Infobae.
El embajador norteamericano Ronald Johnson llamó a las partes “a trabajar y dialogar en búsqueda de consensos y a mantener la calma”.