Cuba está entre los tres países del hemisferio occidental que tienen “cibercomandos” dedicados a manipular y desinformar a través de las redes sociales, según develó un estudio de la Universidad de Oxford.
El informe, titulado "The Global Disinformation Order: 2019 Global Inventory of Organized Social Media Manipulation", asegura que la manipulación organizada de las redes sociales ha ido en aumento desde el 2017, con 70 países utilizando propaganda computacional para manipular la opinión pública.
En América Latina, Cuba figura junto a Venezuela y Guatemala, entre los países con "tropas cibernéticas" encargadas de manipular y desinformar a través de las redes sociales.
“En muchos regímenes autoritarios -asegura el documento- la propaganda virtual se ha convertido en una herramienta de control de información estratégicamente usado en combinación con vigilancia, censura y amenazas de violencia”. El informe reveló además que “existen evidencias de manipulación en las redes sociales orquestadas desde partidos políticos y Estados en 70 países, unas 22 naciones más que el año anterior”.
Según el estudio, en países de América Latina como México, Argentina, Colombia y Ecuador, las “tropas cibernéticas” son desplegadas de manera temporal, fundamentalmente en época de elecciones.
Al respecto, los investigadores señalaron que dichas campañas en redes sociales contra “políticos, disidentes y la sociedad civil están enfocadas en suprimir los derechos humanos fundamentales, desacreditar a la oposición política y ahogar la disidencia política”.
En Cuba la desinformación pasa por el monopolio de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), única en el país, y es controlada desde el Ministerio del Interior, de acuerdo al informe, pues “aunque el informe no dispone de datos sobre los empleados públicos dedicados al ´combate ideológico´, fuentes independientes cuentan por miles los perfiles falsos dedicados a replicar la propaganda del Partido Comunista”.
En septiembre de este año en curso la red social Twitter suspendió decenas de cuentas asociadas al régimen cubano, entre ellas la cuenta oficial de Raúl Castro, así como de emisoras de radio y programas de la televisión oficial, pues dichos perfiles “amplificaban artificialmente la información al consistir en varias cuentas manejadas por un mismo usuario”.
Por su parte, en Venezuela los investigadores de Oxford determinaron que detrás del engranaje de desinformación que vive el país está el régimen de Nicolás Maduro. Al respecto, el pasado mes de febrero Twitter eliminó una base de datos con 1196 cuentas en Venezuela por estar “involucradas en una campaña de influencia impulsada por el Estado”.
El régimen de Maduro usaba estas cuentas para lograr un mayor alcance y expandir su propaganda política, dice el informe, lo cual daba a entender que el gobernante tenía un fuerte apoyo popular, a pesar de que el país atravesaba por la mayor crisis económica, política y social en su historia.
El informe asegura que la red social más utilizada a nivel global para intentar manipular la opinión pública es Facebook.
“La cooptación de las tecnologías de redes sociales proporciona a los regímenes autoritarios una poderosa herramienta para dar forma a las discusiones públicas y difundir propaganda en línea, mientras que simultáneamente vigilan, censuran y restringen los espacios públicos digitales”.
Los expertos de Oxford descubrieron que los “cibercombatientes” utilizan “bots políticos” para extender “discursos de odio u otras formas de contenido manipulado, la cosecha ilegal de datos y el despliegue de un ejército de ´trolls´ para intimidar o acosar en línea a disidentes políticos o periodistas”.
Para los investigadores, China se ha convertido en un importante protagonista en materia de desinformación, aunque le acompañan tratando de influenciar la opinión pública internacional India, Irán, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita y Venezuela.
“La manipulación de la opinión pública en las redes sociales sigue siendo una amenaza crítica para la democracia, ya que la propaganda computacional se convierte en una parte dominante de la vida cotidiana”, dijo el profesor Philip Howard, director del Instituto de Internet de Oxford.
Según Samantha Bradshaw, autora principal del informe e investigadora del Oxford Internet Institute: “Si bien las redes sociales alguna vez se anunciaron como una fuerza para la libertad y la democracia”, se encuentran cada vez más bajo el escrutinio de la opinión pública por “su papel en la amplificación de la desinformación, la incitación a la violencia y la disminución de la confianza en los medios y las instituciones democráticas”.