Aunque con una flota reducida de ocho barcos, la multinacional de cruceros Carnival anunció este lunes que reanudará sus operaciones en Estados Unidos el próximo 1 de agosto, tras el cese de actividades desde el pasado marzo debido a la pandemia del coronavirus.
La compañía, con sede en Miami, añadió que sus operaciones en los demás mercados, incluidos Australia, reiniciarán el 31 de agosto.
En el caso de Estados Unidos, los cruceros saldrán de los puertos de Miami y Cañaveral, en Florida, y Galveston, en Texas, precisó la empresa en un comunicado, sin detallar los itinerarios.
En marzo pasado los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. ordenaron una pausa a las navieras con base en el país debido a la pandemia del nuevo coronavirus, que se vence a finales de julio o cuando estén dadas las condiciones sanitarias para volver a navegar.
De esta forma, señaló que cualquier viaje previsto entre el 27 de junio y el 31 de julio será cancelado y harán el "reembolso completo" a los viajeros o si lo desean en créditos para viajes futuros.
Lea también
"Estamos adoptando un enfoque medido, enfocando nuestro retorno al servicio en un número selecto de puertos de origen donde tenemos operaciones más importantes a las que se puede acceder fácilmente en automóvil para la mayoría de nuestros huéspedes", señaló la empresa.
Precisó que la reanudación de los viajes será en los barcos Dream, Freedom y Vista, en Galveston, Horizon, Magic y Sensation, en Miami (sur de Florida), y Breeze y Elation, en Cañaveral (centro de Florida).
Los demás cruceros por puertos de origen en Norteamérica y Australia se cancelarán hasta el 31 de agosto.
Todos los cruceros de Alaska Carnival Spirit desde Seattle serán cancelados, como también el crucero Carnival Spirit Vancouver-Honolulu del 25 de septiembre y el crucero transpacífico Honolulu-Brisbane del 6 de octubre.
De igual forma, todos los cruceros del 19 de junio al 31 de agosto del Carnival Splendor, en Australia, serán cancelados.
Lea también
La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) se ha mostrado preocupada "por las consecuencias no deseadas" de esa orden al señalar que el sector de los cruceros fue "una de las primeras industrias en anunciar una suspensión voluntaria de operaciones".
Para CLIA, el impacto económico "podría ser significativo" al señalar que cada día de la suspensión representa un pérdida económica de unos 92 millones de dólares y de unos 620 puestos de trabajo, 300 de ellos directos.
Según la organización, las pérdidas podrían aumentar a 51.000 millones de dólares y 343.000 empleos (173.000 directos) en Estados Unidos si la prohibición se mantiene vigente un año.
En marzo, Carnival Corporation puso las embarcaciones de cuatro de sus marcas a disposición de las autoridades sanitarias de Estados Unidos y ofreció convertirlas en hospitales para tratar a personas con enfermedades diferentes al COVID-19.
(Con información de Efe)