¿Cómo será el mundo luego de la pandemia?

El especialista de la Casa Blanca Anthony Faucy piensa que el mundo podría cambiar drásticamente luego del coronavirus
Aviones parados por la pandemia
 

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El doctor Anthony Fauci, el principal experto de la Casa Blanca en enfermedades infecciosas, dijo que podría no haber un regreso a la normalidad cuando termine la pandemia del coronavirus en una conferencia de prensa este 13 de abril.

“Si un regreso a la normalidad significa actuar como si nunca hubiera existido una pandemia de coronavirus, no creo que eso vaya a suceder”, dijo Fauci.

Sus palabras reflejan lo que piensan millones de personas, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo.

¿Cómo será la vida después de que el virus desaparezca? ¿Provocará un cambio permanente en la forma en que vivimos, tanto en nuestros trabajos como en nuestro tiempo libre, en la forma en que nos comunicamos, compramos, viajamos y nos entretenemos?

Y a mayor escala, ¿cómo afectará al orden mundial? ¿Pagarán los gobiernos el precio por reaccionar tan lentamente y por los 1.5 millones de personas infectadas y 100 mil muertes en todo el mundo?

Algo sí está claro: a corto plazo, al menos hasta que esté disponible una vacuna o un medicamento efectivo, cualquier negocio o evento que involucre reuniones de un gran número de personas en espacios cerrados será el más afectado, desde escuelas y universidades hasta iglesias, estadios de fútbol, centros comerciales, restaurantes, parques de atracciones, aerolíneas y cruceros.


Es posible que algunos negocios nunca se recuperen, y todos tendrán que adaptarse. Algunos ya lo han hecho, desde los restaurantes que ofrecen menús para llevar, hasta las escuelas, universidades, e incluso los gimnasios, con clases virtuales.

Los viajes de negocios se han reducido muchísimo, lo cual ha hecho que muchas compañías se cuestionen cuán realmente necesarios eran estos viajes en primer lugar.

Durante la cuarentena por el covid-19, la cantidad de pasajeros estadounidenses en aviones ha caído en un 96%, a un nivel que no se había visto en más de 60 años, según la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés).

Como consecuencia del coronavirus, los centros comerciales de Estados Unidos que actualmente parecen pueblos fantasmas deberían seguir el ejemplo de lugares como Singapur, que ofrecen una experiencia de compra mucho más diversa, con bibliotecas, consultorios médicos y otras atracciones.


Del mismo modo, ¿es éste el final de la era de los mega-cruceros, como el Symphony of the Seas de Royal Caribbean, que tiene 22 restaurantes, 42 bares y salones, y capacidad para seis mil 600 pasajeros?

Para muchas compañías, el coronavirus era un temido 'suceso de cisne negro', la metáfora comercial que se utiliza para describir una perturbación importante. Pero, otros ya habían implementado nuevas tecnologías adaptables o están desarrollando soluciones.

De hecho, una de las posibles consecuencias a largo plazo de la pandemia de covid-19 es la adopción acelerada de tecnologías existentes, como los drones, los robots y la inteligencia artificial en los centros de trabajo y los hogares.

Las ideas incluyen servicios como Amazon Prime Air, que entregará paquetes mediante pequeños drones, y el Autopilot de Tesla, la nueva generación de automóviles y camiones sin conductor. Una universidad japonesa recientemente utilizó robots para simular una ceremonia de graduación, donde los robots portaban las imágenes de los estudiantes.


La actual crisis plantea otros problemas políticos de mayor alcance, como el comercio mundial, así como la cooperación internacional para vencer al virus, y el papel de la ciencia en la definición de las políticas.

Quienes se oponen a la globalización y al libre comercio probablemente utilizarán el brote de covid-19 como argumento para controles de inmigración más estrictos y quizás, aranceles comerciales. Otros alegarán que la pandemia ha demostrado la necesidad de una integración global más estrecha.

En fin... lo cierto es que el coronavirus lo ha revuelto todo, y tiene a mucha gente atolondrada. Habrá que esperar unos meses, tal vez años, para ver qué cambia y qué permanece del mundo que conocimos antes.

 

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