El coordinador del Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF, en por sus siglas en inglés) de Hong Kong, Jimmy Sham Tsz-kit, fue brutalmente apaleado este miércoles por cuatro hombres enmascarados, informó hoy la prensa local.
Los bandidos -que huyeron en un coche tras atacar a Sham con cuchillos, martillos y llaves inglesas- golpearon al líder del CHRF y provocaron varias heridas en la cabeza y los brazos del activista, que se encuentra hospitalizado y en situación estable.
Fuentes policiales citadas por los medios hongkoneses aseguraron que el ataque se produjo este miércoles a las 19:40 hora local (11:40 hora GMT), en el céntrico barrio de Mong Kok cuando Sham se dirigía a una reunión del Frente.
Los atacantes (que no eran chinos, según los medios locales) amenazaron a los viandantes con los cuchillos si osaban intervenir.
Por el momento, la Policía no informó de ninguna detención relacionada con el caso, aunque señaló que hay una investigación en marcha.
Las imágenes difundidas por la prensa local muestran a Sham tumbado en la acera, junto a un vehículo blanco, con los brazos y la cabeza ensangrentados.
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A través de un comunicado, el CHRF condenó "enérgicamente los actos de los perpetradores. No es difícil vincular este incidente a una difusión de terror político de cara a amenazar e inhibir el ejercicio legítimo de derechos legales y naturales".
Por su parte, Figo Chan, compañero de lucha de Sham, apuntó: "No piensen que pueden hacer nada para impedir que salgamos a la calle a luchar por la libertad y los derechos humanos".
Es la segunda vez que Sham es atacado en los últimos dos meses. En la anterior ocasión, el 29 de agosto, fueron dos personas enmascaradas armadas con un cuchillo y un bate de béisbol.
Este nuevo ataque se produce en un momento en el que el CHRF está ultimando los detalles de una marcha prevista para el próximo domingo.
El CHRF concentra a varias agrupaciones prodemocráticas y ha sido la convocante de las manifestaciones pacíficas más multitudinarias de las protestas de Hong Kong, entre ellas varias que superaron el millón de asistentes.
Las protestas, que se convirtieron en masivas en junio a raíz de una polémica propuesta de ley de extradición -ya desestimada por el Gobierno-, han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que rigen Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
No obstante, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía son habituales.