Venezolana que "naufragó" por buscar un mejor futuro está siendo prostituida, dice madre

Aunque dicen que la lancha naufragó y que todos murieron, yo sé que ella está viva y que lamentablemente me la están golpeando para prostituirla. Suena cruel, pero esa es la verdad, dijo la madre
Kelly Zambrano, de 20 años de edad
 

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Venezuela, 16 oct (ADN CUBA).- La madre de una joven venezolana que habría muerto en un naufragio, buscando un mejor futuro en Trinidad y Tobago, sostuvo que su hija podría estar viva y es víctima de una red de trata de personas, en la que estarían involucradas autoridades chavistas y del país caribeño.

Liliana Vera, madre de Kelly Zambrano, habló con el diario caraqueño El Nacional, y sostuvo que su hija está siendo obligada a prostituirse, y reveló los fuertes indicios que la hacen concluir que la muchacha está viva.

El Nacional dijo este miércoles que Kelly Zambrano, de 20 años de edad, es uno de los rostros más conocidos de los 33 venezolanos que desaparecieron el pasado 16 de mayo luego de zarpar de la localidad de Güiria, en el estado Sucre (nororiente de Venezuela), en una embarcación con destino a Trinidad y Tobago.

Cinco meses después, su madre, Liliana Vera, está segura de que aún vive, pero es mantenida captiva por una red de trata de personas.

«Aunque dicen que la lancha naufragó y que todos murieron, yo sé que ella está viva y que lamentablemente me la están golpeando para prostituirla. Suena cruel, pero esa es la verdad. Es muy claro que a las niñas las están prostituyendo», afirmó en una entrevista concedida a El Nacional.

Entre lágrimas, pidió a los organismos nacionales e internacionales para la ayuden a encontrarla y a las otras personas desaparecidas, que abandonaron el país motivados por la crítica situación económica, señaló el reporte.

“Cada vez yo me desespero más. Siempre he pensado que las autoridades de Güiria y de Trinidad y Tobago están involucradas”, manifestó.

 

 

Kelly aceptó la propuesta de Romy María Martínez Rodríguez, una amiga de la universidad que le aseguró que podía trabajar como camarera en un hotel de la nación caribeña.

La joven se dejó llevar por la perspectiva de ganar 2.000 dólares mensuales, con los que esperaba prosperar y ayudar a su familia, dijo el reporte periodístico. El salario mínimo en Venezuela era hasta hace tres días de 2 dólares mensuales, pero acaba de ser aumentado a unos 8 dólares.

Kelly dejó los estudios. Trabajaba en dos centros de belleza: en uno cortaba el cabello y en el otro sacaba cejas, dijo El Nacional.

“Para nadie es un secreto que estamos viviendo en un país en donde no alcanza el dinero. Ella optó por irse hasta allá por esa oportunidad que se le había presentado”, dijo la madre de la joven desaparecida.

Kelly no contaba con el dinero para cubrir los gastos del pasaje terrestre ni de la embarcación que la dejaría en Trinidad, pero Romy le mandó con su hermana 80.000 bolívares en efectivo (unos $4 dólares), en ese entonces, y 220 dólares.

La madre contó que su hija salió de San Cristóbal, en el estado del Táchira (sureste), en la frontera con Colombia, el 12 de mayo hacia Güiria, un pueblo costero. El 16 de mayo fue el último día en el que Liliana habló con su hija, minutos antes de que partiera en la embarcación.

La hermana de Romy vivía en Táriba. Luego de la denuncia que formularon los familiares, la mujer desapareció junto con su esposo, un funcionario policial.

“Nosotros fuimos a buscarlos y a averiguar, pero todos los decían que se mudaron, desaparecieron”, añadió la mamá de Kelly.

 

 

Kelly había dicho que al llegar a Trinidad y Tobago iba a avisar, pero eso nunca pasó, contó la mamá.

Al no tener información, comenzó a llamar a Romy, pero esta le dijo que lancha había naufragado y todos los tripulantes estaban muertos.

Romy le había asegurado a Liliana que Kelly se iba a quedar en una propiedad de Ramón, un supuesto familiar que ella tenía en Güiria. Sin embargo, luego de la desaparición, se retractó y aseguró que sus únicos allegados viven en Amazonas.

Hospedada en un hotel, Ramón se encargó de trasladar a Kelly a su casa posteriormente. Allí, esperarían el permiso ilegal para zarpar hasta Güiria.

La joven le dijo a su mamá que quería regresar a Rubio porque no se sentía cómoda, que no le gustaba el lugar en donde estaba y que tampoco le apetecía la comida que le daban.

Su hermano, Yeison Gutiérrez, viajó a Güiria y se dirigió al hotel en donde presuntamente estuvo la joven días antes del zarpe del Ana María, pero su nombre no estaba en los registros, añadió la nota periodística.

Luego, cuando formuló la denuncia ante las autoridades y pidió información, dos sujetos lo amenazaron de muerte y lo obligaron a salir del pueblo.

Un sospecho de la desaparición es Alberto Abreu, el capitán de la embarcación Ana María. Lo rescató un buque que se dirigía desde Trinidad hacia Granada. Tenía antecedentes penales por trata de personas.

Aseguró en un video que el agua entró a la embarcación por una fuerte ola y que una siguiente logró voltearla. Agregó además que, ya en el naufragio, decidió nadar para llegar a una costa cercana para pedir auxilio. No iba a regresar a Venezuela. 

"Todos los días le pido a Dios que me ayude. Yo sé que ella va a aparecer. Pensar que va a llegar viva me da fuerzas para seguir viviendo y no derrumbarme. Es difícil no saber en dónde está", manifestó en la entrevista con El Nacional.

La madre de la joven pidió ayuda a las autoridades para que investiguen. Las sospechas de que organismos como la Capitanía de Puerto de Güiria y la Estación Principal de Guardacostas Zona Atlántica están involucradas generan temor.

 

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