El régimen de Nicolás Maduro sigue enviando a Cuba unos 100 mil barriles diarios de petróleo de contrabando, aseguró Iván Freites, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros y Gasíferos de Venezuela, citado por el diario venezolano El Nacional.
“Todos los días salen cargamentos, sobre todo del centro de refinación Paraguaná, con 57 000 barriles de productos refinados: gasolina, nafta y gasoil”, así como 40 000 barriles diarios para el contrabando, dijo el sindicalista al medio venezolano.
En su declaración Freites aseguró que “casi 100 000 barriles diarios se van en contrabando para Cuba. Ahí la importancia de recuperar la independencia nacional, para que estos males no sigan ocurriendo en Venezuela”, dijo.
Freites también aseguró a El Nacional que la situación de las refinerías en Venezuela es crítica: “en 1998, PDVSA tenía 4 millones 400 000 barriles de capacidad de refinación; en la actualidad PDVSA apenas logra procesar 700 000 barriles diarios”.
“Perdimos a nivel internacional más de 2 millones de barriles diarios de capacidad instalada. Todas las plantas fueron vendidas. Apenas estamos produciendo entre 30 000 y 40 000 [barriles] diarios en la refinería de Amuay, es decir, el déficit sobrepasa los 120 000 barriles por día”, declaró Freites.
Sin embargo, a pesar de las sanciones de Estados Unidos los buques con petróleo venezolano siguen llegando a Cuba, de contrabando, pero llegan. Por su parte, en el país suramericano la crisis continúa, hace más de 20 años en el país se vendían 800 000 barriles diarios de productos refinados, en la actualidad Venezuela no es exportador y se convirtió en importador.
El sindicalista aseguró que en la “estatal petrolera se ha retrocedido 85 años en relación a las conquistas laborales que lograron los trabajadores. Se trasladó a 1936, cuando los empleados ganaron la batalla contra las transnacionales y obtuvieron los mismos beneficios que las personas que estas compañías traían a Venezuela”, dijo.
“En la actualidad, en las instalaciones nacionales petroleras no hay agua potable, herramientas ni repuestos. Aunado a ello, la protección personal no se entrega desde hace tres años. “Los trabajadores están con salarios de 20 000 bolívares quincenales. Eso no alcanza para nada, lo que ha ocasionado es una huida masiva de las instalaciones”, dijo al medio.
“En Venezuela se perdió el salario, se perdió la salud, se perdió la educación, se perdió el plan de vivienda, el plan de jubilación”, sentenció.