El líder opositor venezolano, Juan Guaidó, respondió a los ataques de Nicolás Maduro, recordándole que Estados Unidos ofreció una recompensa de $15 millones por su captura, bajo los cargos de narcotráfico que incluyen cargos de lavado de dinero.
“Recuerda que tú eres el que está señalado en la Corte Penal Internacional (CPI)”, escribió Guaidó en su cuenta oficial de Twitter.
Maduro había calificado al opositor como un “títere” que Estados Unidos utiliza para el “derrocamiento del Gobierno, la destrucción de la revolución bolivariana, la colonización política de Venezuela”.
“Sueño con el día en que se haga justicia y que Guaidó pague ante las leyes venezolanas por el daño que ha hecho”, había expresado Maduro durante una entrevista de televisión; a lo que Guaidó respondió: “Y yo sueño con que Venezuela sea libre y democrática. Veremos ese día. Por eso estamos en la calle luchando y buscando un acuerdo en México”.
Guaidó, quien es reconocido como presidente interino de Venezuela por más de medio centenar de países, respondió al líder chavista unas pocas después de que Maduro diera declaraciones ante el periodista chavista, Ernesto Villegas.
Estos ataques verbales se producen mientras se lleva a cabo la segunda ronda de los diálogos en México para lograr la democracia en Venezuela.
La segunda etapa de conversaciones ocurre luego de los primeros diálogos que se llevaron a cabo del 13 al 15 de agosto en México, donde ambas partes firmaron un memorando de entendimiento en el Museo de Antropología.
Durante este proceso, impulsado por Noruega y en el que México participa como sede facilitadora, la oposición exige elecciones “libres” en las regionales del próximo noviembre, mientras que el régimen pide que se levanten las sanciones internacionales.
Gerardo Blyde, líder de la delegación de la Plataforma Unitaria de Venezuela, dijo que estas conversaciones intentan buscar una solución a la crisis humanitaria que se vive en el país; además, de construir el camino de regreso a la democracia.
Agregó que, este proceso no pretende olvidar a los culpables de la crisis, sino crear un espacio donde se acuerde “la necesidad de repensarnos como República”.