China impondrá a partir de junio un impuesto a la importación de petróleo de Venezuela, lo que podría golpear duramente al régimen de Maduro, bajo presión financiera de EE. UU.
El impuesto de entre $30 y $40 por barril que entraría en vigencia del 12 de junio castiga las importaciones de un crudo extra-pesado denominado bitumen mix, ofrecido comúnmente por Irán, Canadá y Venezuela.
Pero de estos tres Venezuela es el país que recibirá el mayor golpe, ya que las refinerías privadas chinas son el destino del crudo que el régimen vende con la complicidad de terceros, que le ayudan a esconder el punto de origen del combustible para evadir las sanciones estadounidenses.
Según analistas, el bitumen mix constituye la principal fuente de ingresos que el régimen recibe por concepto de ventas de petróleo luego que las sanciones de Washington lograran cerrar efectivamente sus mercados tradicionales.
Además, China es prácticamente el único comprador de combustible venezolano, a excepción de las pequeñas cantidades que van a Cuba.
El impuesto tomó por sorpresa a muchos especialistas de hidrocarburos, pues China es un aliado de Venezuela.
La medida podría dejar sin mercado a unos 350 000 barriles diarios de crudo venezolano que estaba siendo mezclado con otros productos en Malasia en un intento por eliminar su lugar de origen.
A su vez, los especialistas no se ponen de acuerdo sobre si la medida tiene como principal objetivo favorecer a las refinerías privadas del país, a las estatales o enviar un mensaje a Washington sobre la disposición de China a no seguir apoyando a un país enemistado con EE. UU.
China por años ha sido un importante aliado y acreedor del régimen chavista. En la última década ha brindado más de $54 000 millones en préstamos, de los cuales el país sudamericano debe más de un tercio.
Según Russ Dallen, presidente de la firma de inversión Caracas Capital, China ha sido “un buen aliado”, pero Venezuela incumple constantemente con el pago de sus deudas, debido a la crisis económica.
Por el momento Venezuela está tratando de enviar el mayor volumen de crudo posible antes de la fecha del 12 de junio temiendo lo peor, agregó Dallen, cuya firma hace seguimiento de las operaciones petroleras del régimen.