Militares rusos han llegado a una remota región de Venezuela rica en minerales y donde, semanas atrás, ocho personas murieron en la llamada masacre de Ikabarú, informó este jueves el portal de noticias El Pitazo.
El medio dijo que el 11 de diciembre circularon fotografías y vídeos que evidenciaron la llegada de militares rusos junto a efectivos venezolanos a la región de Canaima, en el estado de Bolívar, en el este de Venezuela.
Los efectivos se bajaron de un avión Shaanxi Y-8 y algunos de los extranjeros usaban vestimentas de las fuerzas armadas venezolanas, detalló el reporte.
Según El Pitazo, que cita fuentes que no identificó, los militares dijeron a la población que llegaron a hacer un estudio del espacio aéreo, debido a que “Venezuela no cuenta con la tecnología para enfrentar la amenaza que representa el despliegue de drones americanos en el sur del país”.
El miércoles, añadió el reporte, líderes de la etnia pemón se reunieron con oficiales venezolanos y militares rusos, para pedirles explicaciones de su presencia.
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Durante el encuentro, los militares intervinieron comunicaciones y no permitieron que los representantes indígenas usaran sus teléfonos.
Los uniformados venezolanos ofrecieron cajas de alimentos y la restauración de espacios compartidos.
“Iniciaron rastreo con drones y aparatos de última generación”, dijo a El Pitazo una fuente que participó en la reunión, quien recorrió junto a ellos zonas de interés y anterior a que llegaran a Canaima estuvo con el grupo de militares en la población de Luepa.
“En Luepa colocaron un radar moderno que detecta todo tipo de aeronaves que vuelen bajo, que evitan ser detectados. Radares antiguos que estaban instalados en esta misma zona pasaron a la historia”, relató.
“Durante la puesta en funcionamiento del radar detectaron el ingreso de dos aeronaves por el cerro Roraima, se trata de aviones extranjeros que mantenían esa ruta para trasportar toneladas de oro”, añadió la fuente que no quiso ser identificada.
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Las revelaciones de la fuente coinciden con el reporte que redactaron representantes de la Guardia Territorial Pemón, quienes asistieron a esta reunión y agregaron que días después de la masacre en Ikabarú, tres vehículos militares se dirigieron hacia esa zona, se instalaron y desde ese entonces monitorean con drones las actividades mineras.
El Pitazo hizo referencia a un artículo de 2017 de la revista chilena Crítica, que a su vez trajo a colación una revelación que hizo el periodista Walter Martínez en su programa Dossier, sobre las riquezas minerales que hay bajo el suelo de la Gran Sabana y otros sectores del estado Bolívar.
En el texto se explica que Venezuela es la primera reserva de petróleo del mundo con más de 490 mil millones de barriles de crudo, superior a la mitad de todos los países del Medio Oriente.
Recientemente se ha detectado la reserva de torio más grande del mundo, añadió el portal. Ese es un elemento químico radiactivo definido como un 'combustible nuclear limpio'. Hay dos yacimientos de torio en Venezuela.
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“Este sorprendente mineral es 90% más poderoso que toda la energía que produce el uranio en una explosión nuclear. Se estaría hablando del mineral que permite la evolución del poder de las armas nucleares más poderosas ya existentes”, señaló la publicación.
El pasado 22 de noviembre ocurrió una masacre que dejó ocho mineros muertos, entre ellos un sargento en proceso de retiro de la Guardia Nacional y un indígena pemón.
Autoridades del estado Bolívar, en el este de Venezuela, confirmaron la detención de dos personas que estarían vinculadas con la matanza ocurrida en la población indígena Ikabarú, ubicada en Gran Sabana, a unos 30 kilómetros de la frontera con Brasil.
Justo Noguera, gobernador del estado de Bolívar, dijo que el móvil de la masacre, en la que murieron ocho indígenas, apuntaba a que “fue un cambio o un intento de cambio por el control del territorio en el sector minero”.