El conjunto escultórico “Monumento Encuentro”, conformado por estatuas de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, fue reinstalado este sábado 17 de octubre en una banca del parque Tabacalera, en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, luego de más de un año de estar embodegado.
Creado por el artista plástico Oscar Ponzanelli, el conjunto, que pesa 250 kilogramos, muestra a ambos personajes sentados sobre una banca como si estuvieran sosteniendo una charla, similar a la que sostuvieron en su primer encuentro en la capital mexicana, donde el argentino se sumó al plan de llevar la llamada revolución a Cuba.
Fue instalado por primera vez el 2 de diciembre de 2017, entre las calles Miguel Ramos Arizpe e Ignacio Mariscal, atrás del Museo Nacional de San Carlos, a unas dos cuadras del número 49 de la calle José de Emparán, donde Castro y Guevara se conocieron.
En su presentación, el entonces jefe delegacional y actualmente senador por el partido gobernante de México, Ricardo Monreal, recordó que fue en la colonia Tabacalera donde inició la relación entre Castro y Guevara.
“Dice Fidel que fue tan agradable la conversación que duraron 10 horas ininterrumpidas de estar platicando el "Che" y Fidel. Muchos podrán no coincidir con Fidel o con el "che", pero esta colonia es tolerante.
“El pueblo cubano ha sido enorme porque ha resistido los embates del imperialismo y el fiel reflejo de la lucha contra el imperialismo son estas dos personas”, expuso Monreal, una de las figuras de la política mexicana que se perfila con aspiraciones de contender por la presidencia en 2024, cuando acabe el mandato del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
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A los pocos meses de su instalación, las estatuas fueron retiradas porque, según documentación oficial de las autoridades locales, se requería de un dictamen favorable del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México, el cual fue negado inicialmente.
Sin embargo, a juzgar por la reinstalación, los permisos fueron ya concedidos y las recreaciones de Castro y Guevara, con sus uniformes de guerrilleros y sentados sobre la banca volvieron al mismo sitio, lo cual ha generado impresiones divididas entre vecinos de la zona y opinantes de toda índole.
“El mensaje es muy claro, el gobierno de la CDMX (Ciudad de México) quita -desaparece- la estatua de Cristóbal Colón del Paseo de la Reforma y ahora instalan esta basura”, inició su artículo sobre la reinstalación el medio noticioso Mostblak México Noticias.
Para algunos de los que han comentado hasta el momento su post en Facebook con la noticia, la reinstalación de las estatuas de ambos personajes denota simpatías del actual partido gobernante, tanto a nivel federal como en la CDMX, por personajes autoritarios cuyo accionar no sólo cambió la historia de Cuba y le imprimió un sentido antidemocrático, sino que incidió también negativamente en la geopolítica latinoamericana y mundial.
“A los mexicanos no nos importa ni el asqueroso cubano, ni el peor criminal apodado che, ojetes (malas personas) quienes digan algo positivo u honren a este par de sanguinarios”, escribió un usuario identificado como Antonio Castro en la referida red social, mientras otros hicieron suya la famosa frase de despedida del argentino, Hasta la victoria siempre.
Una muestra inequívoca de la polarización política e ideológica que se va configurando en México bajo el actual gobierno, de los pocos del hemisferio que no critica al régimen cubano y sus continuas violaciones de los derechos humanos y las libertades políticas y civiles.