Joven presuntamente secuestrada, buscada en todo México, estuvo en un bar

La cadena televisiva Univisión informó este viernes que Laura Karen Espíndola Fabián, avergonzada y afectada, pidió disculpas por lo sucedido, en un caso que movilizó un operativo de búsqueda en todo el país
Laura reportó a su madre que el chofer del taxi se veía sospechoso
 

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El caso de una joven presuntamente secuestrada por un taxista, buscada intensamente por medio de las redes en todo México, que movilizó a autoridades policiales y fiscales, terminó en un fiasco cuando se conoció por medio de videos de cámaras de seguridad que todo el tiempo estuvo en un bar con amigos.

La cadena televisiva Univisión informó este viernes que con evidente vergüenza y visiblemente afectada, Laura Karen Espíndola Fabián ha hablado por primera vez sobre su caso en una larga entrevista, y ha pedido perdón.

"Me siento triste, enojada conmigo misma por lo sucedido, me equivoqué, no fue la forma de hacer las cosas. Jamás imaginé que las cosas se iban a salir de la manos, la verdad es que no pensé en las consecuencias", fueron las primera palabras de Espíndola, a Univisión.

La joven se dio por desaparecida la noche del martes al abordar un taxi en el sur de la Ciudad de México.

En un cruce de mensajes por WhatsApp con su madre, la chica le dijo que el chofer se veía "sospechoso y grosero".

 

 

Luego dejó de responder al celular y su familia entró en pánico. Su hermano inició una potente campaña por Twitter con la etiqueta #KarenTeBuscamos que muy pronto fue tendencia nacional en México.

Espíndola apareció al día siguiente y fue cuando medios mexicanos comenzaron a difundir una serie de videos de cámaras de seguridad de un bar en los que se capta a la chica compartiendo con unos amigos hasta casi el cierre del local, en la madrugada del miércoles.

"Quiero pedirles perdón a todas las personas que se preocuparon e hicieron todo esto posible y yo sin merecerlo. Fue algo que hice mal, no lo hice bien... Ahora todo el mundo está enojado conmigo porque no fue la forma, pero les quiero pedir una disculpa porque... no fue cierto", manifestó, en la entrevista con Univisión.

En la reconstrucción de los hechos, Karen Espíndola ratifica que el martes, después de hacer una gestión de trabajo en Reforma, en el centro de la ciudad, tomó un taxi para ir a encontrarse con unas amigas.

Eran cerca de las 4:00 de la tarde y las cámaras de seguridad del bar Kali Mocho captaron el momento en que entra y le revisan el bolso.

 

 

No es sino cuatro horas más tarde cuando por WhatsApp transmite un alarmante mensaje a su madre en el que afirma que el chofer se veía "sospechoso y grosero". Ese mensaje es el que activa toda la operación de búsqueda.

Del bar salió junto con un grupo de amigos y amigas a las 2:31 de la madrugada del miércoles y fueron a una tienda "a comprar unas botellas para seguir la fiesta" en la casa de un amigo, en la que estaba también una amiga suya y su novio.

Al llegar a la residencia de sus padres, a las 11:40 am, la reciben una tía, un primo y funcionarios de la procuraduría que le hacen las primeras preguntas.

"No podía verlos. No tenía cara. Mi papá estaba súper mal. Lo que hago es meterme al cuarto y me encerré. No quería hablar con nadie", dijo a Univisión.