Agentes federales mexicanos detuvieron este martes a nueve policías de la Ciudad de México, por participar en tres secuestros exprés, el tipo de crimen en que una persona es retenida por varias horas por lo captores y liberada tras el pago de un rescate que, en general, no suele ser muy cuantioso.
Los secuestros ocurrieron en la capital mexicana en diciembre de 2019, informó el diario digital Animal Político.
Según Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, citado por el diario, los detenidos son ocho hombres y una mujer, todos policías.
El funcionario explicó que en un primer caso, el 9 de diciembre de 2019, policías interceptaron a un comerciante que no pudo acreditar la procedencia de su mercancía. Los uniformados lo ingresaron a una patrulla y le pidieron dinero para poder liberarlo.
La esposa del comerciante denunció los hechos, por los que fueron detenidos dos agentes, detalló el periódico.
En un segundo caso, ocurrido el 31 de diciembre de 2019, policías y otras personas con rostros cubiertos y vestidos de civil entraron a una vivienda en Iztapalapa donde privaron de la libertad a dos hombres, durante dos horas. Cuatro policías fueron detenidos por este caso, dijo Animal Político.
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En un tercer caso, un grupo secuestró a un hombre que se encontraba afuera de su domicilio, junto con una menor de 2 años. Los policías, vestidos de civil, pidieron dinero a cambio de su liberación. Este caso ocurrió el 23 de diciembre de 2019 y por él fueron detenidos tres policías.
García Harfuch aseguró que no se ocultarán ni tolerarán actos de abuso y deshonestidad de los elementos de la institución que, en principio, sirve para justo lo contrario: defender a la ciudadanía del crimen.
“No hay nada más vergonzoso que servidores públicos traicionen la confianza de la sociedad”, señaló el titular de la SSC.
Secuestros exprés han sido muy comunes en algunas naciones latinoamericanas, como México y Colombia, para mencionar algunos ejemplos.
La BBC reportó en noviembre de 2011 que el cónsul chileno en Caracas, Juan Carlos Fernández, fue víctima de un secuestro exprés, durante el cual el diplomático resultó herido de bala.
El cónsul fue víctima de un asalto a la salida de un hotel y fue obligado a permanecer dos horas en poder de sus captores, que lo golpearon, amenazaron y finalmente hirieron de bala.
Después fue abandonado en la calle e ingresó en un hospital, donde se recuperó de sus lesiones, dijo la BBC en su momento.