El gobernador Greg Abbott ordenó el cierre de seis puntos de entrada de México a Texas luego de que inmigrantes indocumentados han acampado bajo el Puente Internacional Del Río, según un comunicado de prensa.
Además, pidió al Departamento de Seguridad Pública de Texas y a la Guardia Nacional de Texas que aumentaran la vigilancia a lo largo de la frontera estatal ante la llegada de miles de migrantes.
“La crisis fronteriza es tan grave que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos está solicitando de nuestra ayuda, ya que sus agentes están agotados”, afirmó el gobernador texano.
El Departamento de Seguridad Pública del estado indicó que alrededor de 6.000 migrantes, en su mayoría haitianos, acampan debajo del puente que conecta Del Río, en Texas, con Ciudad Acuña, en México, en espera de obtener asilo político en Estados Unidos.
Sin embargo, el congresista Tony Gonzales, miembro de la Cámara de Representantes, dijo este jueves que el campamento de migrantes alberga alrededor de 8.300 migrantes, donde la mayoría llegaron en los últimos dos días y espera que la multitud continúe creciendo.
En la mañana del jueves, el congresista Gonzales visitó el lugar y se reunió con los agentes de la patrulla fronteriza para obtener información actualizada sobre la situación. Ya el viernes por la mañana, el lugar contaba con más de 12.000 migrantes, con informes de que se espera que lleguen más personas desde el interior de México
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) anunció este miércoles que hubo 208.887 encuentros de migrantes en agosto, una ligera disminución de los 212.000 encuentros en julio, siendo el segundo mes consecutivo en el que la cifra supera la marca de 200.000.
De estos encuentros, el 44% resultó en una expulsión bajo las protecciones de salud pública del Título 42 y el 19% de los más de 86.000 encuentros de grupos familiares terminaron en expulsión del Título 42.
El gobernador Abbott culpó al gobierno del presidente Joe Biden por la crisis fronteriza y aseguró que “el Estado de Texas sigue comprometido con resguardar nuestra frontera y proteger a los estadounidenses”.
Por su parte, la Administración Biden ha culpado al gobierno del expresidente Donald Trump de cerrar las vías legales hacia el asilo, mientras que continúa impulsando una estrategia que incluye un fuerte enfoque que aborda la violencia, la corrupción y la pobreza en Centroamérica.