Un fallo del juez federal de Luisiana, James E. Boasberg, podría significar la libertad para miles de emigrantes cubanos detenidos en cárceles migratorias de EEUU.
El juez Boasberg ha ordenado a la Casa Blanca modificar su política general de encerrar en centros de detención a los inmigrantes que optan por la vía legal para solicitar asilo en los Estados Unidos. Una demanda similar presentada por el Southern Poverty Law Center (SPLC) y la Unión de Libertades Civiles de Luisiana es tramitada en los tribunales federales, según reporta Telemundo.
Según explica el Southern Poverty Law Center (SPLC) este mandato preliminar deberá obligar al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y a la oficina de campo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Nueva Orleans a restablecer sus procedimientos para que aquellas personas que soliciten asilo no sean detenidos sino liberados mediante una libertad condicional.
“El fallo de hoy es una victoria para los solicitantes de asilo que este gobierno ha encerrado cruelmente y olvidado”, declaró a Telemundo Luz López, abogada de SPLC.
La demanda la presentaron 12 individuos que, luego de realizar su petición de asilo, fueron enviados a prisiones en Luisiana, Mississippi y Alabama.
Aun cuando la política de ICE dice que los solicitantes de asilo deben ser liberados cuando se verifique su identidad y que no representan un peligro o riesgo de fuga, el número de detenidos ha aumentado en los últimos años y las cifras de personas en liberad condicional son practicamente insignificantes.
Uno de los demandantes, identificado como ROP, es un médico cubano que huyó luego que el Gobierno de la isla le exigiera que maltratara a los pacientes por razones políticas. Este galeno es uno de los más de cien hombres que están hoy en una de las cárceles de Luisiana.
Desde julio de 2018 se encuentra retenido en una prisión de ICE, aun cuando aprobó la entrevista de "miedo creíble" y presentó pruebas de que no representa un peligro para la sociedad. Lleva más de un año tras las rejas. Otros cubanos en su misma situación llevan más de dos años detenidos.
Con esta nueva orden judicial los abogados podrán exigir la libertad de él y otros clientes.
La demanda también describe los maltratos que reciben los inmigrantes en estos centros de detención y la falta de una atención médica adecuada.
Mientras que en el 2016, antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, el 75 % de los inmigrantes arrestados en Nueva Orleans lograba salir en libertad bajo fianza, este último año el número de libertades condicionales es cero. En el 2018, de 130 solicitudes presentadas, solo dos inmigrantes lograron recibirla.
La apertura de nuevas prisiones que son gestionadas por empresas privadas, casi todas enclavadas en los estados de la nación más estrictos contra los inmigrantes, favoreció que el número de indocumentados tras las rejas aumentara de manera ostensible.
En el último semestre se han abierto seis centros de detención en Louisiana y dos en Mississippi. En total, estos dos estados poseen 13 instalaciones de ese tipo.
Según la web informativa Mother Jones, ICE mantiene en prisión a unas 55.220 personas a pesar de que el Congreso le ordenó reducir los detenidos de 49.000, que tenía ese mes, a 40.520 antes de final de año fiscal, que cierra en octubre.