EE.UU. acusa oficialmente al atacante de la Embajada Cubana en Washington

Estados Unidos acusó oficialmente al cubano Alexander Alazo, de 42 años y residente en Texas, por el ataque con arma de alto calibre a la representación diplomática cubana en Washington D.C.
Embajada de Cuba en Washington
 

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El gobierno de Estados Unidos acusó oficialmente al cubano Alexander Alazo, de 42 años y residente en Texas, por el ataque con arma de alto calibre a la representación diplomática cubana en Washington D.C. la madrugada del pasado jueves 30 de abril.

La denuncia penal ante el tribunal federal del Distrito de Columbia acusa a Alazo de atacar violentamente “a un funcionario extranjero o a un oficial local, usando un arma mortal o peligrosa”, o de intentar “hacer lo mismo”, así como de transportar entre estados un arma de fuego y munición “con intención de cometer un delito grave”.

El otro cargo que pesa sobre el cubano es el de “dañar o lesionar intencionalmente una propiedad que pertenece o está ocupada por un gobierno extranjero en Estados Unidos”.

La acusación formal fue presentada ante la jueza federal Deborah A. Robinson la tarde del mismo día del ataque, pero la audiencia acusatoria fue postergada y aún no se ha precisado la fecha. 

Robinson tomó juramento como Jueza Magistrada de los Estados Unidos el 18 de julio de 1988. Graduada de la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Morgan y la Universidad Emory, trabajó para el juez principal H. Carl Moultrie I del Tribunal Superior del Distrito de Columbia y, luego, para la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el mismo distrito. 

Según detalla el sitio de la corte distrital, durante su mandato de ocho años como Asistente del Fiscal de los Estados Unidos, “la jueza Robinson procesó acciones penales tanto en el Tribunal Superior como en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, argumentó apelaciones tanto en el Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia como en el Circuito del Distrito de Columbia, y sirvió en la división civil”.

Además de ella, en el caso contra Alazo participarán, en condición de fiscales, los letrados Stuart Douglas Allen, de la Oficina del Distrito de Columbia, y Nicole Hutchinson, del Departamento de Justicia. Como defensor público de Alazo fue designado el abogado Tony W. Miles.

 

 

Tras su detención, Alazo fue entrevistado por autoridades policiales y judiciales. De su testimonio ha trascendido que disparó contra la embajada de Cuba "porque quería atraparlos (a los del gobierno cubano) antes de que lo atraparan” y para librarse de las constantes amenazas del crimen organizado de la isla.

Asimismo, se refieren padecimientos previos de esquizofrenia y atención psiquiátrica, por lo que no ha podido establecerse con claridad si cuando hablaba de crimen organizado se refería a alguien o algo en específico, o a las “voces en su cabeza” que le impulsaron a buscar atención médica y medicarse.

El medio CiberCuba obtuvo el documento de la denuncia penal contra Alazo, ante el tribunal federal del Distrito de Columbia, la cual puede verse en esta liga.

 

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