Las tendencias muestran que, en las elecciones de medio tiempo, cuando los presidentes pierden popularidad sus partidos también resultan afectados.
Presidentes que superaban el 50% de aprobación en su gestión han llegado a perder hasta 14 escaños y cuando la aprobación es inferior al 50% incluso podrían llegar a perder hasta 37 escaños en la Cámara de Representantes del Congreso. Durante el gobierno del presidente Barack Obama, los demócratas perdieron 63 escaños en la Cámara en 2010, según recordó la prensa conservadora.
Los resultados y los análisis de las principales encuestas y mediciones exponen diferentes elementos a tener en consideración.
Biden entre los afroamericanos
En septiembre, Biden ha perdido popularidad entre los votantes afroamericanos (cayó 12 puntos) y, entre ellos, empeora la valoración en aquellos que no están vacunados (cayó 17 puntos). Ello no significa que la popularidad de Biden se haya desplomado entre los afroamericanos, pero a todas luces constituye una alerta para los demócratas que no están en condición de permitirse el desencanto, la baja participación y la abstención electoral de este grupo de electores que los ha votado tradicional y mayoritariamente.
En la última encuesta del 18 al 20 de septiembre, el 61% de los votantes afroamericanos dijeron que aprueban la forma en que Biden ha manejado la situación de crisis por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, Biden había obtenido el 70% de respaldo en la encuesta del 28 al 30 de agosto. Entre el electorado en general, la aprobación del manejo de la pandemia de coronavirus, por parte de Biden, cayó tres puntos entre las dos encuestas.
Este tema es relevante porque entre los datos demográficos raciales y étnicos, los afroamericanos son quienes tienen menos probabilidades de haber recibido inmunización contra el COVID-19, una cuestión relacionada con los determinantes sociales en la atención médica y la desconfianza institucional, según indica Morning Consult al corroborar que un 53% de adultos afroamericanos han recibido la vacuna, siendo esa la proporción más baja reportada respecto de cualquier raza o etnia.
La medición de Pew Research Center
El prestigioso think tank Pew Research Center destaca que, justo ahora cuando la administración está enfrentando múltiples desafíos a nivel interno y externo, el índice de aprobación a la gestión del presidente Joe Biden “ha caído drásticamente en los últimos dos meses”. La medición realizada del 13 al 19 de septiembre entre 10,371 personas indica que menos de la mitad de los adultos estadounidenses (44%) aprueban la forma en que Biden está manejando la gestión presidencial. El 53% de los ciudadanos lo desaprueba.
En julio, la mayoría aprobaba su desempeño con 55% de favorabilidad frente al 43% de desaprobación. Biden obtiene mayor respaldo, antes y ahora, en su manejo de la crisis sanitaria y de la economía, pero la mayoría desconfía en las otras áreas. De todas formas, el 51% tiene mucha o algo de confianza en su manejo de la pandemia, pero ese porcentaje es menor al 65% registrado en marzo. “Las acciones que expresan confianza en el manejo de Biden de la política económica, la política exterior y la política de inmigración, también han disminuido”.
El aumento de los precios de los alimentos y bienes de consumo es una de las principales preocupaciones económicas para los adultos (63%). Un elemento que los republicanos sabrán utilizar para cuestionar la gestión demócrata de cara a la elección del próximo año.
El declive de Biden también se ha producido entre votantes de ambos partidos, aunque entre los votantes demócratas todavía es muy popular (del 88% en julio al 75% en la actualidad), entre los republicanos lo aprueba el 9% frente a un 17% de hace dos meses.
No solo a Biden le va mal. Solo el 27% de los estadounidenses aprueba a los líderes del Congreso republicano, tienen cinco puntos menos que en abril. La disminución en los índices de aprobación de los líderes demócratas en el Congreso es aún mayor, pasó del 50% al 39%.
Las percepciones ciudadanas indican mayor pesimismo. Solo el 26% dice estar satisfecho con la forma en que van las cosas en el país, frente al 33% de hace seis meses. Las expectativas para la economía de cara al próximo año se hicieron más negativas ahora que durante la primavera.
Actualmente, el 37% de los estadounidenses dice que las condiciones económicas serán peores dentro de un año, mientras que el 29% considera que las cosas mejorarán y el 34% espera pocos cambios. En marzo, un 44% pensaba que las condiciones económicas mejorarían y un 31% que empeorarían durante el próximo año, mientras que el 24% dijo que las condiciones serían aproximadamente las mismas que ahora.
El sondeo de Fox News
La medición de Fox News destaca que un 54% cree que el país está más dividido con Biden, frente a un 37% que estima que hay más unidad. El presidente Biden usó la palabra "unidad" en ocho ocasiones durante su discurso de investidura, pero los ciudadanos estiman que se dirige en la dirección opuesta durante su mandato.
La medición también registra una caída en la imagen y percepción del liderazgo del presidente. El 45% encuentra a un líder fuerte, en comparación con el 49% del otoño pasado, aunque aproximadamente la mitad de personas consultadas estima que Biden tiene la solidez mental para servir de manera efectiva como presidente (49%) y que es honesto y confiable (50%, dos puntos menos). En esta encuesta un 51% frente a 45% considera que la administración Biden es competente y eficaz en la gestión gubernamental.
En la economía, las opiniones están divididas: el 50% lo aprueba y el 49% lo desaprueba. En cuanto a su desempeño en la salida de Afganistán el 36% lo aprueba y el 60% lo desaprueba. Y, particularmente, entre los demócratas, el 89% aprueba a Biden en el manejo de la pandemia, el 86% en el manejo económico y el 65% en la retirada de Afganistán.
La calificación general del trabajo de Joe Biden es de 50% de aprobación y 49% de desaprobación. Esas son los indicadores más bajos en lo que va de su presidencia. El mes pasado, tuvo 53% frente a 46% y, en junio, 56% frente al 43%.
Las respuestas más comunes para desaprobar la gestión del presidente incluyeron percepciones de incompetencia y liderazgo deficiente (22%), Afganistán (19%), una mala gestión (13%), la economía (8%), la gestión de la pandemia (8%) y la inmigración ilegal y crisis fronteriza (7%).
“Biden ha tenido cifras sólidas hasta ahora, pero su manejo de la retirada de Afganistán y de la variante Delta le han pasado factura”, dijo el encuestador republicano Daron Shaw, quien realizó las encuestas de Fox News con el socio demócrata Chris Anderson. “Puede resultarle especialmente difícil restablecerse como un líder competente y fuerte”, indicó el informe de Fox News.
El análisis de Gallup
“La calificación de Biden bajó seis puntos desde agosto, 13 puntos desde junio”.
Ocho meses después de la toma de posesión del presidente Joe Biden, su índice de aprobación ha caído seis puntos porcentuales, hasta 43%, es el más bajo de su presidencia. Por primera vez, la mayoría, el 53%, desaprueba el desempeño de Joe Biden, así indica Gallup a partir de los hallazgos de la encuesta que realizó entre el 1 y el 17 de septiembre, después de que el ejército estadounidense evacuara a más de 120.000 personas de Afganistán.
“La salida de Estados Unidos de la guerra más larga del país se vio empañada por la rápida toma de control de la mayor parte del país por parte de los talibanes y un atentado suicida en el aeropuerto de Kabul, que mató a 13 miembros del servicio estadounidense. Durante el mismo período, las tasas de infección por COVID-19, a nivel nacional, aumentaron, lo que provocó desbordes hospitalarios en algunas regiones”, indica el informe.
Los votantes independientes muestran mayor desaprobación hacia Biden. Hoy lo aprueba un 37% de independientes, 24 puntos por debajo de su máximo obtenido de 61% al asumir la presidencia.
La aprobación de los demócratas respecto a Biden se ha mantenido alta y no ha variado en más de ocho puntos desde que Biden asumió el cargo. Su calificación más alta fue del 98% a fines de enero y principios de febrero, y la más baja es el 90%, la actual.
Las calificaciones de Biden entre los republicanos son igualmente estables en el otro extremo, oscilan entre el 12% en febrero y julio y el 6% este mes.
Aunque los estadounidenses apoyaron en general la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, “la forma caótica y mortal en la que se ejecutó ha influido en la disminución del índice de aprobación de Biden”. También lo afectó en esta fase la gestión de la pandemia de coronavirus.
La encuesta de Gallup también encuentra que el 27% de los estadounidenses aprueba el trabajo que está haciendo el Congreso y el 69% lo desaprueba. Estas cifras se han mantenido estables desde junio, pero están por debajo del 36% aprobado en marzo.
El 30% de los adultos estadounidenses están satisfechos con el gobierno de la nación. Desde 2010, la satisfacción se ha registrado sistemáticamente por debajo del 40%. Estuvo por encima del 50% en 2003.
“El último índice de aprobación de Biden consolida aún más el hecho de que la fase de luna de miel de su presidencia ha quedado atrás”, agrega Gallup que los independientes que formaron parte de la coalición que ayudó a derrotar a Trump en 2020, “ahora desaprueban en gran medida el trabajo” que Biden está haciendo como presidente.
La experta Amy Walter indicó en un análisis reciente que la elección de medio término “es un referéndum sobre el presidente”. “En 2020, muchos votantes eligieron a Biden, no por quién era, sino por quién no era”.
Si Biden no cumple su promesa de recuperar la competencia y la normalidad para gestionar el gobierno y los asuntos del Estado más poderoso del mundo, mayor será el riesgo de que se convierta ya no solo en una alternativa menos ideal, sino incluso desagradable, parafraseando a Walter.
Puede ocurrir que, de aquí a la elección del próximo año, los republicanos obtengan material para controlar la narrativa durante el próximo otoño contra los demócratas, enfrascados en sus conflictos internos. Los republicanos pueden instrumentalizar de modo eficiente la extralimitación “socialista” de algunos miembros del Partido Demócrata o las medidas nocivas para la economía con incidencia negativa para los ciudadanos por el aumento de precios al consumidor, indican algunos analistas.