Este viernes 4 de septiembre el presidente colombiano, Iván Duque, entregó el Túnel de La Línea, la obra más importante en la historia de la ingeniería de Colombia, que atraviesa la compleja Cordillera Central y se convirtió en el túnel más largo de Latinoamérica.
El mandatario viajó este viernes hasta el departamento del Quindío para iniciar el acto de inauguración del túnel más largo de América Latina, que contó con una inversión superior al $1 billón de pesos (cerca de $270.9 millones de dólares) y tiene una longitud de 8,65 kilómetros que comunicará en menor tiempo ciudades capitales del suroccidente como Cali (Valle del Cauca) o Armenia (Quindío) con Bogotá.
Para lograr este objetivo, el Instituto Nacional de Vías (Invías) desarrolló un plan estructurado por fases para determinar las obras a ejecutar, y dio como resultado una doble calzada (en un mismo sentido) de 30 kilómetros entre Cajamarca y Calarcá, con 31 viaductos, 25 túneles y 3 intercambiadores viales para atravesar la Cordillera Central.
Durante muchos años, transportadores, pasajeros, turistas y habitantes de los municipios, utilizaron la vía que conduce hacia el alto de la línea, donde recorre la superficie de la montaña y se presentan trancones interminables, horas dentro de los carros y peligro en la vía debido a las malas condiciones, que sumado a la angostura de la misma, representaba un riesgo mortal para quien osara intentar hacer un sobrepaso.
Esta ruta es uno de los corredores viales más importante para la movilización de carga y pasajeros, transitan a diario 6.500 vehículos y al año, suma 850 horas cerrada por vehículos varados o accidentes de tránsito causados por deslizamientos y lo estrecho de la vía. De acuerdo con el presidente Duque, con la entrada en operación del túnel principal, los transportadores se ahorrarán $300 mil millones de pesos al año (cerca de $81.2 millones de dólares).
Junto al Túnel de La Línea, el Gobierno entregó otros 4 túneles, 5 viaductos, 2 intercambiadores viales y 13,4 kilómetros de vía nueva, que conforman una parte de la doble calzada que conecta los municipios de Cajamarca ,Tolima y Calarcá, Quindío.
El presidente Duque también manifestó que esta obra, la más importante en la historia de la ingeniería del país, es un triunfo de todos sus trabajadores, para hacer realidad 'un sueño de más de cien años' y afirmó que “este es un día muy especial para nuestro país”.
“Yo no quiero decirles nada distinto a infinitas gracias, porque este es el triunfo de todo un país, el anhelo de todo un país, y este es un homenaje a quienes labraron este camino y se merecen siempre todos los reconocimientos del pueblo colombiano”, expresó el Jefe de Estado.
Duque estuvo acompañado por su esposa, María Juliana Ruiz, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, y el director del Instituto Nacional de Vías (Invias), Juan Esteban Gil.
Finalmente, el presidente colombiano calificó la terminación del túnel como “un símbolo de nuestra resiliencia, de nuestra verraquera, de nuestro empuje como país (...) Fíjense lo que son las cosas: el proyecto que se entrega se convierte en el túnel más largo de América Latina y el Caribe. Y se entrega en medio de una situación que es difícil, como es esta pandemia”, manifestó.
HISTORIA DEL TÚNEL DE LA LÍNEA
El Túnel de La Línea es un sueño colombiano de 118 años. La idea surgió gracias al ingeniero Luciano Battle, que después de un viaje por estos departamentos aseguró que era posible conectar el occidente y el centro del país atravesando la Cordillera Central. Pero, fue hasta 1921 que se realizó la construcción del primer trazo del túnel, sin embargo, las obras fueron detenidas debido a la complejidad geológica de la montaña.
En 1985, se emprendieron los estudios y diseños de factibilidad para construir un túnel en la montaña, pero no fue hasta finales de la década de los 90 que se realizaron las fases II y III de los diseños para su construcción, y tras varios procesos licitatorios, resultaron fallidos por no tener oferentes ni pólizas que aseguraran el proyecto.
Solo hasta el 2004, en el Gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, se tomó la decisión trascendental de hacer el Túnel de La Línea por fases. Contó con un total de seis etapas que se fueron desarrollando a lo largo de estos 16 años, pero que finalmente logró mejorar la conectividad entre las poblaciones de Calarcá (Quindío) y Cajamarca (Tolima).