Claudia Carrasquilla es una exfiscal de la unidad contra el crimen organizado en la ciudad de Medellín, creció durante el tiempo en que Pablo Escobar conformó El Cartel de Medellín, y comenzó a trabajar para Fiscalía General de la Nación en 1994, el mismo año en que fue asesinado el futbolista y compañero de clase Andres Escobar.
Durante sus más de 20 años de servicio a la institución, la exfiscal Carrasquilla ha apresado, no más en Medellín y el Valle Aburrá, a más de 60 jefes de los cárteles del narcotráfico, incluido alias “Popeye”y otros importantes miembros de “La Oficina”.
Su vida ha corrido riesgo en un sinnúmero de ocasiones; en una entrevista realizada por Noticias Caracol a la exfiscal, relata cómo Darío Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, un comandante del crimen organizado en Colombia y junto a otros capos, reunieron $ 500 millones de pesos colombianos ( USD 160.000), compraron armas y contrataron a un sicario de la ciudad de Pereira para asesinarla. Sin embargo, este homicidio no se pudo llevar a cabo, porque al sicario lo habían asesinado días antes en un cobro extorsivo en Segovia, en el departamento de Antioquia.
A medida que su esquema de seguridad se reduce, ella declara lo que una vez le dijo el abogado que representa a “La Oficina de Envigado”, y es que tomarían venganza por todo lo que ella hizo. Al salir de la Fiscalía, Carrasquilla ya no podrá tener su esquema de seguridad y el estado no le podrá garantizar su protección, sin embargo, ella no tiene miedo y muestra mucho coraje para enfrentar esta situación.
Hoy la exfiscal se encuentra a poco tiempo de pensionarse y ha vuelto a Medellín, su ciudad natal, trabaja haciendo consultorías a quien se las solicite y ha tomados sus propias medidas de seguridad, porque sabe que su cabeza tiene valor.