El gobierno de Nicolás Maduro, la oposición y los venezolanos cantaron victoria este martes tras el ingreso del primer lote de ayuda humanitaria, acopiada por la Cruz Roja, que ya se reparte entre los sectores más desfavorecidos de Caracas, la otrora bulliciosa capital de la nación petrolera.
En el barrio deprimido de Catia, en el oeste de Caracas, cooperantes de la Cruz Roja entregaron bidones para el acopio de agua así como pastillas potabilizadoras a cientos de familias afectadas por el irregular suministro del líquido.
"Es una ayuda buenísima con la situación que está ocurriendo en nuestro país ahorita con la ausencia del agua, que no nos está llegando como merecemos", dijo a Efe la trabajadora del hogar Marianela Torres.
La mujer fue una de las cientos de personas que aguardó en fila para recibir la donación, y añadió que ha sufrido problemas estomacales, según cree, por consumir agua contaminada.
Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, atraviesa por una severa crisis política y económica que se expresa en escasez generalizada e hiperinflación, un indicador que el Fondo Monetario Internacional prevé cierre en 10.000.000 % este 2019.
Al tiempo, el sector eléctrico experimenta su propia emergencia, con apagones de horas en casi todo el país que paralizan la economía y el bombeo de agua hacia los hogares.
El antichavismo denunció de forma reiterada desde 2016 que el país experimenta una crisis humanitaria compleja que el gobernante Nicolás Maduro negó en principio y que hoy acepta, pero achaca a las sanciones económicas de Estados Unidos y la Unión Europea contra su Administración.
"Legalmente, por el puerto de La Guaira, por el aeropuerto de Maiquetía, en coordinación con el Gobierno constitucional, legítimo de Venezuela que yo presido, toda la ayuda humanitaria que quiera llegar es bienvenida", dijo Maduro esta misma jornada durante un acto con simpatizantes transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión.
Entre las donaciones de la Cruz Roja hay material médico para atender a 10.000 personas y 14 generadores para mantener el fluido eléctrico en hospitales durante los apagones.
Maduro saludó las donaciones, que dijo llegaron "junto" a su Gobierno, aunque matizó señalando que a través del programa de atención primaria conocido como Barrio Adentro, que cuenta con la asesoría de Cuba, se atienden cada día a millones de venezolanos.
"Ellos no cuentan que tenemos a más de 20.000 médicos y médicas todos los días en sus consultorios y caminando casa por casa, pariendo junto al pueblo un sistema de salud preventiva", dijo al respecto.
Pero el líder del Parlamento, el opositor Juan Guaidó, que en enero pasado proclamó un Gobierno interino que reconocen casi 60 países, dijo que el sistema de salud de Venezuela colapsó y acusó a Maduro de propiciar la crisis.
"El sistema de salud no existe", aseguró Guaidó durante una reunión con diputados en el Parlamento. "Ni siquiera la atención primaria", agregó al indicar que los centros ambulatorios de Barrio Adentro no cuentan con medicinas y sus instalaciones están deterioradas.
Luego, celebró en Twitter el ingreso de las donaciones: "Nos comprometimos con que sí o sí la ayuda humanitaria entraría a nuestro país. Hoy, el régimen se ve obligado a reconocer su fracaso y toda Venezuela debe tener la certeza de que vamos en el camino correcto hacia nuestra libertad".
Aún se desconoce la cantidad exacta de las donaciones que ingresaron, pero el Parlamento aseveró que vendrán nuevos cargamentos en las próximas semanas.
"Este es el primero de los envíos. Son varios envíos (...). Vienen otros aviones en los siguientes días, en las siguientes semanas", dijo el jefe de la comisión parlamentaria para la ayuda humanitaria, el legislador Miguel Pizarro, en una rueda de prensa.
El opositor, que no profundizó en detalles debido a que hay un "principio de no interferencia política" en relación al ingreso de este cargamento, señaló que "este es un proceso atípico" y que Venezuela "nunca" debió haber llegado a esta crisis.
Aseguró que su comisión se encargará de acompañar y velar la distribución de la ayuda humanitaria a fin de que no haya "manipulación" ni "intervención" política por parte del Gobierno de Maduro.
Con todo, algunos caraqueños, como la pequeña comerciante Carmen Castillo, estiman que las donaciones están politizadas y que los líderes del oficialismo y la oposición se anotaron puntos a su favor con el reparto de las ayudas.
"Gracias a Dios que el presidente encargado Guaidó hizo énfasis en que esto viniera para Venezuela, y, bueno, agradecer también un poco al Gobierno (de Maduro) que aceptó que viniera", dijo a Efe la mujer de 62 años.