Un cubano fue identificado como uno de los integrantes de una banda acusada de robar medio millón de dólares en teléfonos IPhone, reportó este 20 de abril América TV.
John Vega, de 33 años, era el último integrante de la banda; sin embargo, fue catalogado por las autoridades como “pieza fundamental en este robo de cientos de teléfonos celulares debido a que era empleado de la compañía que terminó siendo víctima de los ladrones”.
Vega, quie era empleado de la empresa de servicios aeroportuarios nacionales, dio la información de dónde se guardaban cientos de teléfonos Iphones a su cómplice, William Rodríguez, además de los cambios de turno y todo lo que debía conocer para efectuar el robo.
La banda, según la orden de arresto, entró por una ventana al sitio donde se guardaban los teléfonos. La acusación señala que Vega se quedó con 40 teléfonos celulares, valorados en 40 000 dólares.
El acusado William Rodríguez fue arrestado el 15 de diciembre, otro integrante de la banda identificado como Osmey Pérez fue detenido un día antes y no fue hasta el 18 de abril que la policía detuvo y presentó formalmente los cargos contra Vega.
El acusado compareció ante la jueza Mindy S. Glazer, quien le impuso una fianza de 22 500 dólares como opción para continuar su proceso legal en otras condiciones.
Robar un IPhone es una ruleta rusa en cuanto a las posibilidades de que el aparato pueda usarse. Un artículo de la web Applesfera explica que todos los teléfonos de la compañía Apple tienen un sistema de seguridad que bloquea los dispositivos si éstos salen de la tienda. Por lo tanto, todos los iPhone en exposición que sean robados quedan automaticámente inutilizados.
Si son robados de un almacén, como es el caso, los afectados suelen informar del robo y bloquear mediante sus propios sistemas todos los terminales sustraidos. Aunque sean dispositivos por estrenar, no podrán activarse una vez se saquen de la caja.