Cuando la página oficial de la Mesa Redonda en Twitter, publicó su tuit sobre la “creación colectiva” en el Período Especial de los años 90 en Cuba, se olvidó de mencionar la enfermedad de la neuropatía, una epidemia que azotó a la población de la Isla durante esa crisis económica y provocó miles de muertes.
Con ese tuit se burlaron del hambre que padecieron miles de ciudadanos, de todo el trabajo que pasaron los cubanos dentro de Cuba para poder sobrevivir una crisis económica que el régimen no pudo resolver. Con esa publicación se burlaron de los cubanos que murieron en el mar, de los fusilados de la lanchita de Regla, de las víctimas del Remolcador 13 de Marzo, y de la malnutrición que sufrió la población.
Esa crisis a la que el régimen llamó “Período Especial” comenzó en el año 1991 tras la caída de la Unión Soviética, y no fue hasta el 2007 que el PIB alcanzó niveles similares a los de 1990; para 1990 era de 31,1 mil millones de dólares, y pasó en 1993 a sólo 19,8 mil millones de dólares. La situación generó una miseria sin precedentes que llevó a la población cubana a una pobreza extrema, donde el daño psicológico caló profundo. La población cubana no se ha podido recuperar del todo, porque la neuropatía, que apareció entonces como epidemia, sigue cobrando vidas.
La neuropatía es una enfermedad que ataca el sistema nervioso, en particular los nervios periféricos y el nervio óptico. Los primeros casos empezaron a aparecer en el año 1991, y para el 1993 los casos habían aumentado exponencialmente a 30 000, y en el 1997, la cifras de enfermos por neuropatía ascendió a 56 800, según estudios de American Journal of Epidemiology (2007).
“La enfermedad del hambre”, así le llamaron, una epidemia de la que el régimen cubano no habla, hace un silencio atroz, como si nunca hubiera existido, cuando en realidad, en pleno año 2019, la enfermedad sigue cobrando víctimas mortales, y evolucionó en otras enfermedades igual de mortales como la Diabetes o la Leucemia.
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En un artículo del periódico Granma titulado Agresiones biológicas imposibles de olvidar, del 1 de junio del 2015, puede leerse:
“Entre 1990 y 1994 la neuropatía se convirtió en una epidemia con la declaración de un promedio de 2000 casos anuales. Los estudios realizados demostraron el papel desempeñado en la aparición de esta enfermedad por el estado nutricional de la población a causa del bloqueo, uno de cuyos objetivos es rendir por hambre a nuestro pueblo. El problema quedó solucionado al distribuirse gratuitamente suplementos vitamínicos”.
El periódico Granma mintió impunemente en su artículo. Primero al reducir drásticamente las cifras oficiales de enfermos (en el año 1997 ya eran 56 800 casos). Segundo, al decir que “quedó solucionado” al distribuir suplementos vitamínicos, cuando en realidad— según un estudio de Canadian Medical Association Journal— las consecuencias en Cuba fueron un aumento en la tasa de mortalidad entre los ancianos de hasta un 20% entre 1982 y 1993. Y tercero, en ese artículo, Granma incluyó la enfermedad de la neuropatía en una lista de agresiones por parte del gobierno de EEUU, cuando en realidad la neuropatía fue una de las consecuencias de la crisis que generó en Cuba la dependencia económica del bloque socialista, en la que cada cubano adulto perdió entre un 5% y un 25% de su peso corporal durante el período de 1990 a 1995.