Desde el punto de vista estratégico es obvio que por razones políticas Bahía de Cochinos no respondió al plan original de desembarco en una playa que exigía el control del espacio aéreo sobre el área de combate.
Decía el informe de la CIA: “Es crucial que la Fuerza Aérea de Castro sea destruida o neutralizada antes de que nuestras lanchas lleguen a la playa”. Esta es la esencia estratégica de Bahía de Cochinos.
En efecto, el peligro de que Fidel Castro estableciera vínculos militares con la Unión Soviética creó graves temores en Washington. A mediados de 1960, la inteligencia de EE. UU. supo que en el verano de 1961 Castro recibiría modernos aviones Soviéticos Migs y la Casa Blanca resolvió adelantarse y dar un golpe decisivo con una brigada de combate de exilados cubanos. El desembarco se planeó originalmente en la Bahía de Casilda-Trinidad, junto a la sierra del Escambray. Excelente topografía, para la defensa táctica con los flancos entre el mar y las montañas, teniendo además facilidades para el desembarco y un aeropuerto que serviría como base de operaciones aéreas.
En noviembre de 1960, John Kennedy fue elegido presidente de Estados Unidos. A los pocos días, Allen Dulles, director de la CIA, le informó al presidente electo sobre los detalles del desembarco en Trinidad. Especialmente se le explicó que la victoria o el fracaso descansaba en eliminar la fuerza aérea de Castro. El 4 de enero, el presidente Kennedy recibió otro informe que ratificaba la necesidad de destruir la aviación de Castro, para controlar la cabeza de playa y proteger los barcos de suministros en la bahía.
Los analistas militares de Segunda Guerra Mundial coinciden en que si el espacio aéreo sobre las playas de Normandía, el 6 de junio de 1944, hubiese sido dominado por la aviación alemana, la historia registraría la catástrofe del desembarco de los ejércitos aliados.
Sin embargo en febrero de 1961 el plan original fue alterado cuando el Secretario de Estado Dean Rusk pidió cancelar el desembarco por Casilda (Trinidad), porque se hacía muy difícil encubrir la participación de Estados Unidos. Primer gran error. En ese momento era un secreto a voces que Washington estaba ayudando directamente a sacar a Castro del poder.
Entre la premura y la irresponsabilidad, se canceló lo planificado por varios meses y cuatro semanas antes, Bahía de Cochinos fue seleccionada para desembarcar a la Brigada 2506. La mejor opción por Casilda-Trinidad se perdió sin que Castro hubiese tenido que hacer ningún esfuerzo militar.
Finalmente, el 4 de abril de 1961, Kennedy autorizó que todos los efectivos militares que integraban la Brigada 2506 entrarán en acción. La fecha escogida fue el 17 de abril. Pocos días antes los grupos de infiltración penetran clandestinamente en Cuba para ayudar a la resistencia interna. Los pilotos, tripulaciones navales, personal de apoyo, y los batallones comenzaron a desplazarse hacia sus objetivos. Fue un momento de enorme emoción.
El 14 de abril, el presidente Kennedy llamó a Richard Bissell, jefe de la operación de la CIA y le preguntó cuántos aviones B26 participarán en el primer ataque aéreo y fue informado que todos estaban incluidos. Entoces, Kennedy ordenó a Bissell reducir el número de aviones para el ataque, a la mitad. ¿Por qué se debilitó el importantísimo primer golpe aéreo? No he podido encontrar una respuesta.
Y faltaba lo peor, por presiones del embajador de Estados Unidos en las Naciones Unidos, Adlai Stevenson que había recibido y presentado información inexacta sobre los aviones B26 de Castro y de la Brigada se ordenó la cancelación de todos, absolutamente todos, los ataques aéreos programados contra las bases de la aviación de Castro (Stevenson había amenazado con renunciar). Después del primero y único ataque, la Fuerza Aérea de Castro no fue destruida y le quedaron siete aviones que hundieron dos barcos de suministros y dominaron la zona de combate. Esta orden selló la derrota de la Brigada y la tiranía se ha prolongado por más de 60 años.
El conjunto de errores históricos han sido discutidos ad infinitum, pero es evidente que la incoherencia estratégica acompañó al sacrificio de la Brigada 2506 y que el presidente Kennedy exhibió una manifiesta conducta errática que un fue factor esencial del desastre en Bahía de Cochinos, y contribuyó a estimular la decisión de los soviéticos para instalar, poco tiempo después, cohetes nucleares en Cuba.
Este abril de 2022, quiero evocar la memoria de los patriotas caídos en aquellos días de lucha y sacrificio cuando Cuba vibró de orgullo junto a la heroica Brigada 2506, que en medio de los fatales errores, peleó a sangre y fuego hasta que se acabaron las municiones.
Ese es nuestro testamento a las nuevas generaciones. Sepa la resistencia en la isla, quienes salieron a las calles el 11 de julio de 2021, en más de 50 ciudades y poblados exigiendo “cambio y libertad”, que mientras quede en pie un miembro de la Brigada 2506, estaremos juntos a ustedes en la lucha por la libertad de Cuba.
*Este texto fue publicado originalmente por The Cuban Center for Strategic Studies