La actriz Jacqueline Arenal conocida como “Verena” por su papel en la telenovela “Tierra Brava” reveló en una entrevista lo que significó su regreso a Cuba, tras varios años en Colombia y cómo quiere que sea el futuro de su país.
En declaraciones ofrecidas a la revista universitaria cubana, Alma Máter, la actriz reveló que el recorrer el mundo y contrastar varias realidades la ha hecho valorar ciertas cosas de las cuales antes, no tenía tanta conciencia de su importancia.
En referencia de lo que anhelaba para la Cuba del futuro, Arenal dijo que “aspiro a una Cuba inclusiva, donde los juicios de valor vengan de los valores humanos que tengan las propuestas de la gente”.
“Donde no queramos hacer el país en otro lugar que no sea aquí; ese país que soñamos, y no solo el que sueño yo sino el que soñamos todos. Que todos estemos incluidos ahí, que podamos hacer la mejor versión de eso que soñamos, y no tengamos que salir a buscarlo a otros lugares”, añadió.
La actriz cubana, inmersa actualmente en un proyecto cinematográfico del director cubano Fernando Pérez, donde un personaje adolescente hila tres historias.
“Estoy en una de ellas, con un papel bastante diferente a lo que me han ofrecido en el cine. Ni mejor ni peor. Es eso que me gusta de desempeñar un personaje que aún no he hecho. Me encantan los resultados de Fernando, el ser humano que es y, además, me seduce como dirige”, dijo al respecto.
Sobre su salida de Colombia y su regreso a la isla, tras un largo tiempo trabajando en ese país sudamericano, Jacqueline precisó que “tenía ganas de volver a mi gente. Mi familia es muy chiquita pero emocionalmente siempre he estado muy ligada a ella”.
“En Colombia debí aprender a lidiar con una zona de soledad muy fuerte. Desde hace dos o tres años estaba pensando en poner mi base aquí, como dice la canción de Carlitos — Varela — , “de vuelta a casa”, aunque por supuesto, seguiré realizando trabajos fuera siempre que se dé la oportunidad de un buen personaje”, añadió.
“Me ha hecho bien este retorno. Cada decisión conlleva un sacrificio, había zonas en pausa y sentía que había sacrificado demasiado a Jacqueline, a la mujer, a la hija, a la hermana. Ha llegado el momento de pensar en mí, en el ser humano que soy, y que incluye a la actriz, obviamente. Mi historia sentimental, familiar, como mujer, ha renacido”, sentenció.
Respecto a su relación con la emigración y en especial con el público de Miami, Jacqueline Arenal relató cuando fue al sur de la Florida, invitada por Alexis Valdés y Mijaíl Mulkay a la obra “Oficialmente gay”. Arenal dijo que el telón se abrió con ella de espaldas, y todavía de espaldas desde las butacas le gritaban: “¡Es Verena. Es Verena!”.
“Se me salían las lágrimas. Cuando me giré, los aplausos fueron increíbles (…) La ovación fue tan grande que paramos la obra. Iba a continuar con los textos pero me dije: no puedo, con tanto aplauso no se va a escuchar. Hice un aparte, algo que nunca se hace en el teatro, y violé la cuarta pared. Me giré al público, toqué mi corazón y di las gracias, porque aquel era un aplauso infinito”, dijo sobre lo que le entregó el público cubano en el exilio de Miami.