El Movimiento San Isidro, que parte del carácter interseccional de trabajar entre el Arte, el Activismo y la Política, en defensa de los derechos culturales y las libertades fundamentales de los artistas y ciudadanos de la nación, producto de la persistente terquedad del gobierno cubano de mantener un sistema de injusticias y penurias hacia la ciudadanía; Denunciamos:
En el periodo de un año (2018-2019) de constituido el movimiento, el colectivo a sufrido números actos discriminatorios, campañas difamatorias, acosos, amenazas, violencia fisica, detenciones, regulaciones migratorias y encarcelamientos en un número registrado de 58 casos hasta el momento presente.
El último caso es el artista Luis Manuel Otero, a quien se le notificó que sería procesado bajo la “ley de símbolos patrios“ y también por “desacatado agravado“. Bajo la legislación para los símbolos nacionales, por el uso de la bandera en maneras no contempladas por la ley, estaría sujeto a una multa de 200 cuotas, según la legislación vigente no cabe otra sanción.
La acusación por “desacato agravado“, no obstante, contempla una condena de entre uno a tres años de privación de libertad y la acusación proviene por supuestas ofensas a las figuras oficiales, en este caso al Presidente Díaz Canel.
Para construir este juicio, el aparato de seguridad del estado se ha volcado a la barriada San Isidro en La Habana Vieja, increpando a sus vecinos a denunciar a Alcántara. El vice-ministro Fernando Rojas, en un hecho poco casual, ha hablado recientemente en las redes descalificándolo, asegurando que no cuenta con aval artístico, reviviendo en acciones el espíritu de la repudiada ley 349. Un inmenso andamiaje en las redes con textos pro-gubernamentales mantiene una campaña de constante descrédito, invalidando el perfil artístico de Alcántara y del resto de los miembros de San Isidro y cuestionando nuestra capacidad intelectual y de gestión organizativa.
El actual contexto por el que atraviesa la nación trasluce los escenarios por venir, desde el poder gubernamental llamado “coyuntural“, desde la observación objetiva, traducido en una inmensa crisis material y moral, donde el gobierno, para mantener el despotismo que lo caracteriza, emprende una ola represiva hacia cualquier sector crítico de la ciudadanía.
En estos momentos las organizaciones de la sociedad civil cubana y los opositores están sufriendo intensa represión, el periodismo independiente sufre acoso y detenciones constantes. El arte y los artistas críticos, incriminados en procedimientos penales arbitrarios como el que cruzará muy pronto Alcántara.
Revisando la historia de los encausamientos penales contra los artistas cubanos se comprende que existen numerosos precedentes.
Ángel Delgado, fue condenado a seis meses de prisión en 1990 por defecar sobre el periódico Granma en su obra “Objeto Escultural“.
Danilo Maldonado (El Sexto) pasó 10 meses preso en 2014 por pretender pasear dos puercos con los nombres pintados de Fidel Y Raúl, también como un performance de gesto critico hacia el sistema.
Gorki Águila (Porno para Ricardo), por sus críticas al régimen en las letras de sus canciones fue encarcelado en dos ocasiones.
Maikel Castillo (Maikel Obsorbo) y Lázaro Rodríguez Betancourt (Pupito mSy) el primero condenado a 18 meses de prisión, el segundo a 9 meses sin juicio previo, ambos por manifestar su oposición al decreto 349 mediante presentaciones musicales y manifestaciones publicas. Estos por mencionar solo algunos ejemplos.
Para mantener esta estrategia represiva el gobierno comunista se muestra preparado a pagar el costo político internacional y domestico, pues su prioridad absoluta es el mantenimiento del poder totalitario. Para camuflar la arbitrariedad de su proceder, empeña un grupo de leyes que se aplican infundadamente:
-Peligrosidad pre delictiva, actividad económica ilícita, escándalo público, desacato agravado, Ley de independencia nacional, Ley 349, y Ley de símbolos patrios-
el uso de estas leyes le permite aparentar alguna legalidad en su proceder, acallar las voces criticas mediante procesos penales y encarcelamientos, pero principalmente, hacerlos pasar por malhechores comunes, proyectando al sujeto encausado como un delincuente consabido y no como un activista, opositor o artista.
Por lo antes dicho y la gravedad que conlleva, hacemos un llamado urgentísimo:
-Primero, a los artistas, cubanos y del mundo, nos acompañen y reclamen hacer publicas las normas complementarias que acompañarían al decreto 349, que hasta hoy nunca han sido informadas, y percibimos como el espíritu de aquella ley se asienta en la practica solapadamente sin la necesaria discusión de sus normas.
A los creadores cubanos corresponde acompañar esta exigencia, así como reclamar con resolución y firmeza el fin de la censura dentro de la creación artística cubana.
-A las organizaciones de Derechos Humanos, Denuncien la actual ola represiva que se instaura en Cuba contra la ciudadanía y los métodos para esta represión no convencional, que hace uso de la ley penal para encausar y deslegitimizar al individuo y sus posiciones criticas ante el sistema.
-A los Estados Nacionales democráticos, les pedimos, presionar al gobierno cubano en el cumplimento de las obligaciones en materia de derechos humanos, o conforme, señalarlo como régimen dictatorial, pues, mantiene a la inmensidad de la población en la opresión política y la penuria material, amparándose en un falso discurso socialista que usa como modelo de exportación para engañar y expoliar a otras naciones.
-También, le hablamos al Gobierno Cubano, pues sabemos nos observan, les advertimos, la idea de procesar a Alcántara por un supuesto “desacato agravado“ se convertirá en una acción legal grotesca que deslegitimará cualquier apariencia legal en un falso juicio, la arbitrariedad tiene limites, vamos a proyectarnos en todas las formas que conocemos y otras nuevas que están por venir para defender nuestro derecho a las libertades fundamentales.
-Por último, muy importante, al hombre y la mujer de la Cuba que sufre y padece.
Pues no existirá transformación o mejoría alguna hasta tanto no se proyecte el conjunto nacional. Mientras la voz del pueblo sea baja, el opresor dirá que esa voz no existe y los poderes del mundo obviaran el sufrimiento del país, es importante alzar la voz desde el tono que cada cual considere razonable, pero alzarla, que exista el reclamo y que se escuche, está será la única forma en que el mundo va a tomar conciencia y el total de los hombres y mujeres de Cuba empezarán a reaccionar.
Estamos conectados.
Cultura y Libertad.