Una rata ejemplar: Detecta minas antipersonas y evita tragedias en Camboya

El animal forma parte de las conocidas como HeroRAT (rata heroica). Son ratas entrenadas por la organización no gubernamental con sede en Bélgica Apopo, que desde 1990 está especializada en esta actividad humanitaria
Magawa/ foto: Reuters
 

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No es cualquier rata, lo que la hace especial es que salva vidas. El roedor se llama Magawa y recibió una medalla de oro por su excelente labor en la detección de minas antipersona en Camboya. Este es el segundo país más afectado de todo el mundo por dicho flagelo, solo superado por Afganistán. El reconocimiento en su cuello tiene la siguiente inscripción: “Por la valentía animal o la devoción al deber”.

Es una rata gigante africana de cinco años a la que la organización benéfica británica People’s Dispensary for Sick Animals (PDSA) ha decidido otorgarle esta condecoración por su “devoción” y “valentía”. Desde el año 2002, esta organización premia con una medalla de oro a animales por sus méritos, aunque hasta ahora todos los ganadores habían sido perros.

La rata galardonada nació en Tanzania y fue entrenada para detectar minas antipersona desde muy temprana edad. Es una rata gigante africana, y pesa 1,2 kilos y mide 70 centímetros de largo. Su peso no es suficiente para detonar las minas.

El animal forma parte de las conocidas como HeroRAT (rata heroica). Son ratas entrenadas por la organización no gubernamental con sede en Bélgica Apopo (Anti-Personnel Landmines Removal Product Development), que desde 1990 está especializada en esta actividad humanitaria.

Desde que llegó a Camboya en el año 2014 ha sido capaz de hallar nada más y nada menos que 28 artefactos explosivos sin detonar y 39 minas terrestres. En apenas 20 minutos puede registrar un área equivalente al tamaño de una cancha de tenis, lo que llevaría a un técnico con un detector de metales unos tres o cuatro días. Le gusta masticar plátanos y maní, tiene un área de juegos con una gran rueda en la que le encanta correr. 

Durante los conflictos armados que asolaron el país asiático entre 1975 y 1998 se colocaron hasta seis millones de minas terrestres, de las que la mitad todavía no han sido localizadas. Se calcula que las minas antipersona se han cobrado más de 64.000 víctimas en Camboya. Es este precisamente el país del mundo con mayor número de amputados de minas per cápita: más de 40.000 personas (adultos y niños).