Fundación de la Universidad de La Habana podrá recibir fondos del extranjero

La Fundación de la UH permitirá al centro de estudios diversificar sus ingresos y salirse —un tanto— de la sombrilla protectora del Estado, pero queda por ver si el gobierno cubano lo permite realmente
Universidad de La Habana
 

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La Universidad de La Habana por fin se suma a la normalidad académica, al disponer de una Fundación —a partir de este año— que le permitirá recibir fondos públicos y privados, como casi todas las universidades del mundo.

La noticia se supo con la publicación de la Gaceta Oficial del 30 de diciembre del 2020, en la cual se explica el Decreto-Ley 23, que autoriza la así llamada “Fundación de la Universidad de La Habana”.

Entre sus objetivos están, actuar como intermediaria “entre la universidad, empresas, gobierno y otras entidades para gestionar el conocimiento a favor de proyectos académicos, de investigación e innovación”.

Además, el texto menciona otros, por ejemplo: transferir tecnologías, activos e incubación de empresas de base tecnológica; comercializar productos, servicios académicos, científicos y profesionales y fomentar empresas o sociedades mercantiles de base tecnológica.

La UH ya recibía donaciones antes, pero la creación de esta Fundación permitiría solicitar de manera independiente estos fondos y disponer de ellos sin pedir autorización al gobierno cubano, al menos en principio.

Esta Fundación garantiza a la Universidad tener cierta libertad frente al presupuesto que el Estado cubano destina para su funcionamiento y una fuente de ingresos extra, pero todo depende de si el gobierno castrista en realidad respete esa autonomía.

Según Periodismo de Barrio, que citó al economista Omar Everleny Pérez, “la creación de la FUH podría significar una fuente de ingreso importante, especialmente en las ramas de las ciencias naturales, aunque también permite la utilización de todo el acervo científico de los profesores de la Universidad. La práctica es la que deberá demostrar que la letra de lo aprobado se cumpla”.

“Es importante el reconocimiento de que los académicos cubanos obtendrán los incentivos que generen.  Es un viejo sueño del claustro universitario. No era posible estar de acuerdo con que un profesor impartiera un curso a extranjeros —que estos pagaban— y el profesor no recibiera ninguna remuneración por ello. Igual sucedía con la colaboración de facultades como las de Biología, Química, y otras; una vez obtenido un producto o patente, la Universidad no se beneficiaba o lo hacía muy poco”, agregó.

La Fundación contará con un fondo donde quedará depositado el monto de los productos y servicios que puedan vender. Al mismo tiempo, tendrá un fondo de remuneración, provisto para pagar a los profesores e investigadores implicados en esos proyectos.

Queda por ver si, en efecto, la Fundación logra captar fondos y la cuantía de los mismos. La mayoría de las universidades públicas a nivel mundial combinan este mecanismo con el presupuesto del Estado, pero el último significa la mayor parte de su financiamiento.

La garantía de que el Estado proveerá esos fondos cada año es lo que permite que la Universidad pueda ofrecer sus servicios gratuitamente o con facilidades de pago a los estudiantes. En suma, es lo que las libera de la dependencia del mercado. Las fundaciones vienen a complementar esos ingresos.

Un ejemplo de ello es El Colegio de México, alto centro de estudios del país homónimo, con un presupuesto anual aproximado de 42 millones de dólares, la mayor parte de los cuales provienen del presupuesto estatal. Eso no le ha impedido tener libertad de cátedra y una postura independiente frente a los gobiernos de turno, como el actual del izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

Allí donde las universidades son organismos autónomos del Estado, pueden disponer libre y responsablemente de esos fondos sin caer en dependencias tóxicas con el gobierno de turno, justo lo contrario de lo que ocurre en Cuba.

En cualquier caso, la iniciativa podría mejorar mucho la enseñanza superior en Cuba, lastrada por la crisis económica que afecta a todo el país.