La dirigente de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, Susely Morfa, ha anunciado en Twitter que a partir de octubre la organización llevará a cabo una campaña con el nombre de "Buena Esa" para contrarrestar la influencia de las redes sociales entre la juventud cubana.
Aunque se presenta como "campaña de reflexión y debate con estudiantes y jóvenes para estimular la participación consciente en el enfrentamiento a los delitos, ilegalidades e indisciplinas sociales" la campaña está orientada a evitar el influjo de las tendencias e influencias de diversos medios con el pretexto de fomentar un "pensamiento propio" que "escape de las convenciones". Uno de sus anuncios publicitarios dice: "Entonces puede pasar que sea más fácil dejarse guiar por lo que dicta la moda, por lo que otros dicen qué (sic) debe ser, por lo que viste en la TV o en las redes sociales. Y ahí las decisiones ya no son tan tuyas".
"Haz todo aquello que te haga feliz a ti", prosigue el tautológico texto publicitario. "Asúmete, invéntate, sé tú (...)".
Queda por ver si esa "asunción" o "reinvención" a la que la campaña oficialista invita a la juventud cubana incluye la independencia de criterio político. Desde hace unos meses, el gobierno ha sido blanco de numerosas críticas por la discriminación ideológica en las universidades y centros de enseñanza.
Hay que recordar que apenas este año el gobierno amplió el acceso de los cubanos a Internet, aunque mantiene censurados la mayoría de los sitios de información independiente sobre la isla. El acceso de los cubanos a esos criterios y "modas" que menciona el anuncio esta, por lo tanto, bastante limitado.
Morfa, dirigente de la organización juvenil y elegida recientemente para formar parte del Consejo de Estado, es conocida como "la psicóloga millonaria de Panamá", por sus declaraciones en la Cumbre de Las Americas, en abril del 2015, cuando declaró al periodista de Univisión Mario Vallejo que había "ahorrado" para asistir y correr con todos sus gastos en ese evento político.
En aquella ocasión, la dirigente también tildó de "lacayos, mercenarios, autofinanciados, malpagados por el imperialismo" a los opositores y miembros cubanos en el exilio, que asistieron a un evento paralelo con la sociedad civil.
La realidad es que Morfa apenas ha tenido vida profesional fuera de las instituciones políticas. Nació en 1982 en Cienfuegos y en la adolescencia fue presidenta de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) en el municipio de Rodas. Pasó también por varios cargos dentro de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y se convirtió antes de cumplir los 30 años en la primera secretaria de la organización en su provincia natal.
Graduada en Psicología, Morfa se ha desempeñado toda su vida adulta como un "cuadro" y no ha ejercido su profesión en ningún centro hospitalario del país.
Su nombramiento como primera secretaria de la UJC se produjo en 9 de julio de 2016 en un Pleno Extraordinario del Comité Nacional y, ese mismo año, en la última sesión anual del Parlamento, pasó a cubrir una de las vacantes del órgano legislativo. Su acenso meteorico dentro de la militancia cubana no es precisamente un ejemplo de independencia de criterio.
En los últimos años, el vínculo con la UJC se ha vuelto un estigma e incluso un motivo de burla entre los jóvenes cubanos. En una sociedad donde la intransigencia dejó de ser una virtud y todos recurren a la ilegalidad para vivir, el papel del militante "correcto" ha perdido impacto y es inclusive satirizado por los medios oficiales.