Según los medios oficiales de la prensa en Cuba, los niños cubanos nacen viejos, responsables y comprometidos con un sistema social que no conocen.
Salen en la televisión identificados como pioneros que juran ser como el Ché, y lealtad eterna al comunismo, como si fueran máquinas del deber.
No es posible allí verlos pedir juguetes de moda, o soñar con parques modernos.
Hay una total la falta de naturalidad en la manera en que el oficialismo asume la infancia en Cuba, como si fuera necesario maquillar algo que está lejos de ubicar al país en una posición demasiado incómoda.
A pesar de la precariedad económica los niños cubanos están protegidos por la cultura popular: lo más común es que apenas noten el desastre a su alrededor, porque los padres hacen esfuerzos sobrehumanos para que sus hijos sigan siendo niños.
Afortunadamente la explotación y el trabajo infantil no son desgracias comunes en Cuba.
ADN CUBA te propone hoy esta galería de fotos que busca ilustrar el asunto.