El Gobierno cubano señaló que un aumento progresivo de la tarifa que cobra por el servicio de agua, saneamiento y drenaje se implementerá con la intención de "incentivar el ahorro de agua en Cuba."
Este incremento, que comenzará a aplicarse a partir de 2020, se originó en un acuerdo del Consejo de Ministros, adoptado en marzo pasado, y se aplicará a los sectores productivo, presupuestado y doméstico que disponen de metros contadores para la medición del consumo de agua.
Bladimir Matos Moya, vicepresidente primero del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), dijo al sitio oficialista Cubadebate que esta nueva tarifa establece como principio y concepto que "hay que considerar prohibitivo derrochar el agua."
"Se debe tener en cuenta que la restructuración no tiene la pretensión exclusiva de generar mayores ingresos al prestador del servicio, sino incentivar más el ahorro entre los consumidores", aseguró el funcionario.
Esta medida hará también que los trabajadores privados (trabajadores por cuenta propia, según el Gobierno) paguen, además de la tarifa doméstica, otra "a partir del consumo adicional."
Las nuevas tarifas suponen que el gasto de entre 7,5 y 8,5 metros cúbicos de agua al mes por habitante suponga una facturación promedio de 59.50 pesos (CUP) por persona. Esto, en un país donde el salario medio ronda los 30 dólares y el servicio de agua, sobre todo en ciudades como La Habana, funciona en horarios reducidos y en días alternos.
En muchos de esos sitios, el servicio de agua es mediante carros cisterna. Según Matos Moya, en los lugares donde no existe infraestructura, ese servicio de acarreo es gratuito, pero en otros casos, "se aplicarán los precios establecidos en las nuevas tarifas."
Desde 1994, en Cuba se cobra una tarifa de cargo fijo de 1.30 pesos (CUP) por el servicio de agua y alcantarillado, que a partir del año 2000 ascendió, con la imposición de una tarifa de cargos variable para el consumo metrado de agua.
A partir de 2020, con la aplicación de la nueva tarifa, volverá a subir. El sector productivo comenzará a pagarla al cierre del primer trimestre del año; el presupuestado en el segundo, y el doméstico en el tercero.