Divorcios en Cuba: una tendencia ascendente

El Código de Familia ha quedado rezagado, y hay muchas formalidades legales que también han quedado obsoletas, reconoce la periodista en su reportaje
Divorcio en Cuba
 

Reproduce este artículo

Un artículo publicado en el diario oficialista 5 de septiembre ha revelado cifras que muestran una tendencia ascendente en el número de divorcios que tienen lugar en la isla. Sólo en la ciudad de Cienfuegos, por ejemplo, ocurren unos 600 divorcios al año.

Las estadísticas revelan que son las mujeres las que mayormente lo solicitan y que abunda entre las parejas con más años de casadas,

Según Yaisery Brunet Romero, jefa de la Sala Civil del Tribunal Provincial Popular de Cienfuego, el divorcio el judicial, nombrado ‘Por justa causa’, es el más recurrente entre los temas de Familia.

La jueza Carla Yanela Mejías Arian, que lleva dos años en la parte de Civil y Familia en el Tribunal Municipal de la localidad cabecera, explica al diario: “Radicamos muchos divorcios, los conflictos son en la división de la comunidad matrimonial de bienes, además del régimen de comunicación con los hijos…, el año 2019 tuvimos más de 700 radicados en la capital provincial”.

“Solo hablábamos de comprar jabones, de la inversión en el plato fuerte, de meriendas, uniformes, zapatos escolares, mientras a último resquicio fueron a parar las necesidades amorosas, las del alma, las que de verdad unen espiritualmente a dos personas”, declara una de las demandantes entrevistadas para el reportaje.

Para la periodista, el Código de Familia ha quedado rezagado, no está a la par de renovaciones en la constitución y muchas legalidades también son obsoletas, por ejemplo, la pensión a los hijos amparada por la ley es cuando más de cien pesos, mientras la vida ha avanzado en cuanto a salarios y precios.

Hoy las mujeres esperan mucho más del matrimonio que la etapa de nuestros ancestros, por eso acuden a la ley para disolver comuniones que no satisfacen sus expectativas sentimentales. Aunque la infraestructura socioeconómica hostiga, emergen sobre viejos prejuicios nuevas organizaciones como la familia reconstituida, que no niegan los valores de la originaria.

No se trata de estigmatizar el divorcio, ni aplaudirlo, ni que sea la única solución a un conflicto de pareja, solo hay que pensar en menores impactos sicológicos de la ruptura conyugal.

El año pasado, Cuba ocupó el tercer lugar en el listado de países del mundo con mayores tasas de divorcio, solo superado por Kazajstán y Rusia, según demuestra un estudio de la Universidad de California, publicado en la revista académica Social Forces y titulado "Saliendo de las penumbras: cultura mundial y variaciones transnacionales en las tasas de divorcio", que recoge los datos de 84 países durante 40 años.