Denuncian en medio local estado crítico de la Autopista Nacional

Conducir por la importante vía -asegura el reportero- es una heroicidad y cuando se llega al destino sin ninguna avería al auto o sin rasguño a la carrocería se puede encender velas a las once mil vírgenes
Bache en la autopista
 

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Un artículo del periodista Aramís Fernández publicado en el medio La Voz de Cabaiguán da cuenta del lamentable estado de la Autopista Nacional de Cuba, una de las vías con mayor cantidad de accidentes mortales durante el último año.

"En un viaje de ida y vuelta de Cabaiguán a la Habana por la Autopista Nacional, pude apreciar otros elementos que también afectan la circulación segura de los vehículos automotores, las cuales, pasan a un segundo plano o no se investigan a fondo, ni se prevén soluciones para quitar trampas a la muerte en medio del mayor camino mal asfaltado de la nación", escribe el periodista.

"Las líneas separadores de los carriles, o no existen, o apenas se observan, en las zonas donde se ha realizado algún arreglo, ha sido un mal arreglo, se montan unas capas sobre otras, hay desniveles  en las sendas de un mismo sentido y no hay quien saque  la contabilidad de los baches, en su mayoría enormes huecos, algunos de los cuales han sido tratados de tapar hasta con sacos llenos de gravilla", prosigue Hernández.

"Conducir por la Autopista --asegura el reportero-- es una heroicidad y cuando se llega al destino sin ninguna avería al auto o sin rasguño a la carrocería se puede encender velas a las once mil vírgenes".

El periodista cuestiona que las estadísticas oficiales insistan en culpar a los choferes pero "nunca se habla, ni se castiga a los responsables de que la vía esté tan deteriorada y en cada provincia los hay y en el país los hay y deben ser juzgado como mismo se hace con el chofer o el dueño del animal suelto en la vía".

"¿Por qué no se buscan soluciones?, aunque sean transitorias  para el mejoramiento de la maltratada Autopista Nacional, testigo cada año del fallecimiento de decenas de cubanos", se pregunta.

"Invito a juzgar las causas subjetivas, pero también las que llevan del sello de objetivas, que a veces  es una carreterilla de asfalto en un hueco, o un poco de pintura en el borde del lagarto de concreto, y así de esta manera borrar cintillos luctuosos de nuestra prensa u hospitales saturados de heridos en los accidentes, los cuales, nunca son tan accidentales ni todos culpa de los choferes ni de los dueños del ganado suelto en la vía", concluye la nota.