La Organización de Estados Americanos (OEA) acogerá hoy una conferencia sobre los rastros ocultos de las misiones médicas cubanas en América Latina, una reunión que tendrá lugar en la Salón de las Américas de esa institución en Washington.
Con el título “La oscura realidad detrás de las misiones médicas cubanas”, contará con la presencia de conocedores del tema y gente relacionada con las altas esferas de la política internacional. Entre ellos, el secretario general de la OEA, Luis Almagro; Carrie Filipetti, subsecretaria adjunta para Cuba y Venezuela del Departamento de Estado y Marion Smith, director Ejecutivo de la Fundación Víctimas del Comunismo.
Según la página de la OEA, en los últimos meses hubo acusaciones de que las misiones cubanas fueron utilizadas para promover protestas y desestabilizar gobiernos en la región que no están alineados ideológicamente con el régimen caribeño.
Se sabe que Cuba ofrece servicios médicos con fines lucrativos, independientemente de que el régimen diga lo contrario. La exportación de servicios profesionales aportó al gobierno más de 10 mil millones de dólares en 2018, según un informe de la Organización Mundial de Comercio.
El alquiler de profesionales de la salud era la mayor fuente de ingreso de divisas de Cuba, superior incluso a la industria turística, si bien la caída o crisis de gobiernos aliados (Maduro en Venezuela, Morales en Bolivia y Lula en Brasil), cortó de súbito ese flujo de divisas.
El régimen explota a los doctores, enfermeros y especialistas al quedarse con hasta el 80% de los salarios que paga el país contratante. En un evento organizado por el Departamento de Estado en septiembre de este año, cuatro médicos cubanos relataron sus experiencias en estas misiones.
Tatiana Carballo, quien estuvo en Venezuela, dijo sentirse vigilada y presionada por los directivos de la misión, que en realidad eran agentes de la Seguridad del Estado. Le pagaban solamente el 15% del salario, y el resto iba a una cuenta bancaria en Cuba. Según contó la mujer, las familias de muchos de los que decidieron abandonar la misión nunca tuvieron acceso al dinero acumulado.
Además de Venezuela, Carballo estuvo en Brasil. En ese caso el 75% de lo que le pagaban sería para el gobierno cubano, el 5% para la Organización Panamericana de la Salud (OPS) “y el resto para nosotros”, relató.
Por otra parte, el Dr. Fidel Cruz denunció la falsificación de estadísticas a que eran obligados, y el adoctrinamiento ideológico que debían ejercer sobre el pueblo venezolano durante las misiones, en favor del voto chavista.
“Nos obligaban a influir en la población”, comentó el galeno, y agregó que también tuvo que “salir a la calle y tocar a las puertas para animar a las personas para ir a votar y hacerlo por Maduro”. Además de influenciar el voto, debían elaborar reportes sobre las preferencias electorales de sus pacientes.
Lucela Rivero habló sobre las consecuencias familiares de su decisión de romper el contrato laboral en una de estas misiones. Rivero alega que su hijo, también médico, fue sacado de las consultas y enviado al frente de una brigada de fumigación contra mosquitos bajo la única excusa de “tú sabes por qué”.