Familiares de cinco ciudadanos estadounidenses que dirigían la compañía petrolera Citgo están pidiendo ayuda al presidente Trump para que trate de liberarlos cuando van a cumplir dos años viviendo en el sótano sin ventanas de una instalación de inteligencia militar en Venezuela.
Un reportaje del Washington Examiner muestra cómo los empresarios están casi irreconocibles por la pérdida de peso. Uno estaba demasiado débil para levantar a su hijo de menos de cuatro pies durante una visita reciente, asegura la publicación. Después de esperar 18 meses para una audiencia preliminar, los detenidos aún no tienen fecha de juicio por vagos cargos de corrupción.
Los cinco estadounidenses, todos con doble ciudadanía, fueron arrestados una semana antes del Día de Acción de Gracias de 2017, acusados de negociar un préstamo en malas condiciones. Muchos vieron el arresto como un pretexto para que el presidente Nicolás Maduro sustituyera los mandos de la compañía venezolana, pero con sede en EEUU, por otras personas leales al gobierno.
El entonces CEO de Citgo, José Angel Pereira, el único ciudadano no estadounidense detenido con el grupo, fue reemplazado por Asdrubal Chávez, primo del mentor de Maduro, Hugo Chávez. Asdrubal Chávez se fue este año cuando la oposición venezolana tomó el control de la compañía.
Las familias buscan ahora la intervención del presidente Trump luego que fracasara una estrategia de silencio para evitar que las autoridades venezolanas tomaran represalias.
“Es el presidente de los Estados Unidos. Siento que si realmente quisiera, podría negociar su liberación. El problema es llamar su atención", dijo Gustavo Cárdenas Jr., cuyo padre Gustavo Cárdenas, de 53 años, era el jefe de asuntos públicos de Citgo. "No hay presión para liberarlos ni presión para condenarlos", aseguró al diario norteamericano.
"No sé si [Trump] sabe sobre nuestro caso", dijo Veronica Vadell Weggeman, cuyo padre, Tomeu Vadell, de 60 años, fue vicepresidente de la refinería de Citgo.
"Ha sido muy bueno al traer rehenes a casa desde otros lugares, y esperamos que esté trabajando diligentemente en esto", dijo Vadell Weggeman al Examiner.
Cristina Vadell, quien está organizando esfuerzos para abogar por su padre y los demás, dijo: "Creemos que Trump podría resolverlo, por supuesto, pero necesitamos que todos los interesados estén de acuerdo. Maduro y otros en Venezuela son realmente quienes tienen las llaves".
Las relaciones entre EEUU y Venezuela han empeorado durante los últimos dos años, luego que el presidente Trump reconociera al líder del parlamento, Juan Guaidó, como presidente interino del país, y tomara medidas para quitarle a Maduro el control de Citgo.
Entre los detenidos estadounidenses también están al ex vicepresidente de suministros Jorge Toledo, el ex vicepresidente de servicios compartidos José Luis Zambrano y el ex director de la refinería de Corpus Christi, Alirio Zambrano.
Todos han sido retenidos en las mismas instalaciones, lo que genera una sensación de camaradería a pesar de períodos de hasta meses sin luz solar y comidas que sólo incluyen un plato de arroz o pasta.
Con el tiempo, las autoridades venezolanas han suavizado algunas políticas, permitiendo que las familias traigan comida al exterior una vez por semana durante las visitas. Y el reciente cambio de liderazgo en Citgo abre la puerta a un posible apoyo adicional para las familias.
Las familias de los detenidos perdieron sus salarios en mayo de 2018 cuando los líderes de la compañía los eliminaron. Pero la compañía permitió un seguro de salud continuo, que ayuda a una de las familias con un hijo que tiene una enfermedad a largo plazo que requiere cirugía.
La intervención de Trump ha provocado la liberación de rehenes en varios países, incluida Venezuela, donde Maduro liberó al ex misionero mormón Joshua Holt, en mayo de 2018.
El representante Pete Olson, republicano de Houston, es el legislador más involucrado en el caso. Olson declaró al Washington Examiner que la liberación de 'los seis de Citgo' "requerirá de la ayuda de todos los niveles de gobierno, incluidos el presidente Trump y su Departamento de Estado".
Por su parte, en una declaración oficial al diario norteamericano, Citgo dijo: "Oramos por la seguridad de nuestros empleados y de sus familias. Como empresa, Citgo cree que todos los derechos humanos deben ser respetados. Nos hemos reunido y seguimos brindando apoyo a cada una de las familias de los detenidos por el régimen de Maduro, incluidos los gastos legales, la cobertura de atención médica y otros beneficios. Citgo también continúa apoyando los esfuerzos del gobierno de los Estados Unidos para asegurar su liberación".
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha perseguido la corrupción en Citgo desde el momento en que los hombres dirigieron la compañía, aunque ninguno de los detenidos ha sido nombrado en los documentos judiciales. Un hombre se declaró culpable el año pasado de sobornar a algunos líderes de la compañía, pero el caso parece no tener relación con las detenciones en Venezuela.
Un portavoz de la Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios del Examiner.