Felix Antonio García Chabur, acusado de haber grabado y publicado en redes sociales videos con contenido sexual en sus encuentros con 16 jovencitas, fue enviado a la cárcel Picaleña, en Ibagué, en el oeste de Colombia, mientras prosigue el proceso en su contra, reveló este viernes el diario El Tiempo.
Luego de tres días de audiencias en el Palacio de Justicia de Ibagué, ciudad de donde es oriundo este hombre de 33 años, se aprobó la solicitud de los fiscales de enviarlo a prisión mientras continúa el proceso, pues la defensa de las víctimas considera que este hombre es un peligro para las mujeres que lo denunciaron.
"La medida de aseguramiento (prisión preventiva) es urgente y necesaria para proteger a las víctimas", había dicho Alfonso Arenas, abogado de las 16 mujeres, según el reporte de El Tiempo.
A comienzos de este año varias jóvenes de entre 18 y 22 años de edad, lo denunciaron penalmente y señalaron que las conquistaba y hasta sostenía relaciones sexuales con ellas.
Los encuentros íntimos eran grabados, sin consentimiento de las víctimas, en novedosas cámaras de video y luego ese contenido lo distribuía a otros países como material pornográfico al que podía acceder toda clase de público, detalló el periódico.
Lea también
En marzo pasado, García huyó del país apenas se enteró que la Fiscalía lo investigaba por los delitos de pornografía con menor de edad y violación de datos personales.
Por petición de las jóvenes víctimas de este delito, las audiencias se realizaron a puerta cerrada sin la presencia de los medios de comunicación ni de personas que nada tuvieran que ver con el proceso.
García Chabur, hijo de un reconocido empresario de la capital del Tolima, fue detenido el martes pasado en el aeropuerto El Dorado, en Bogotá, a donde llegó procedente de Perú.
Chabur no aceptó los cargos imputados en la noche de este miércoles por la Fiscalía.
En la audiencia, que se cumplió en el Palacio de Justicia de Ibagué, la Fiscalía le imputó los cargos de pornografía y violación de datos personales.
Los encuentros sexuales eran en su apartamento, equipado con sala de televisión, pero, según las denunciantes, la grabación de los videos nunca fue autorizada por ellas.
"Lo hacía sin nuestro consentimiento", dijo meses atrás una de las afectadas, finalizó el diario bogotano.