El Grupo de Contacto Internacional (GCI) sobre Venezuela, reunido este jueves en Quito, condenó la inhabilitación por 15 años de cualquier cargo público del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, decidido por la Contraloría de la República de ese país, por tratarse de una decisión política que no considera el debido proceso y porque «menoscaba aún más los esfuerzos para conseguir una solución pacífica y democrática a la crisis».
En un documento emitido al cierre de la reunión, las 16 delegaciones que asistieron encabezadas por Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea, señalaron que la decisión es una demostración más de la naturaleza arbitraria de los procesos judiciales. El GCI apuntó también que es «urgente restaurar la democracia, el Estado de derecho y la separación de poderes en Venezuela».
En la cita de Quito, que es la segunda después de la de Uruguay, de febrero pasado, participó el ministro de Exteriores de España, Josep Borrell; en ella se ratificó que la salida a los problemas de Venezuela debe ser por la vía pacífica y con nuevas elecciones presidenciales. «Libres y creíbles», dijo Mogherini, que felicitó a los países que acogen a cientos de venezolanos que emigran de su país y a Ecuador por su política de movilidad humana y migración venezolana recogida en la Declaración de Quito.