Agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) rodearon una casa en un suburbio de Chicago durante la madrugada del 26 de marzo de 2019 que pertenecía a Concepción Malinek, en donde tenía retenidos a 33 inmigrantes de Guatemala.
Malinek retuvo a los inmigrantes bajo amenazas y una estricta vigilancia, con el fin de ponerlos a trabajar para que le pagaran miles de dólares por sus viajes.
Desde ese día, la guatemalteca de 50 años, ha estado detenida y, finalmente, un juez federal de Chicago la sentenció esta semana a seis años y medio de prisión y le ordenó pagar $112,545 a sus víctimas.
“Malinek controlaba cada movimiento de sus víctimas, sabiendo su paradero en todo momento, la cantidad exacta de cada cheque que les robaba y qué palancas empujar y jalar para mantenerlos a todos en línea”, afirmó Christopher Parente, fiscal federal.
Investigaciones del caso
Durante las investigaciones, los oficiales encontraron la libreta en la cual la traficante de personas anotaba las deudas y el dinero que le entregaban, también las tarifas por vivienda, transporte y teléfono celulares.
Cada inmigrante, incluyendo un niño de 14 años, debía firmar al entregarle el dinero y junto a los abonos le leía la frase: “Eres libre de irte o de quedarte cuando pagues tu deuda”.
“Sabía que sus víctimas temían la deportación y la separación de sus seres queridos mucho más de lo que temían el abuso y las acciones de explotación que les impuso”, señaló el fiscal Parente.
La investigación comenzó cuando un obrero llamó a las autoridades para denunciar que su compañero en una fábrica en Romeoville-y víctima de Malinek-le había contado que vivía amontonado con decenas de inmigrantes en un sótano y que era obligado a trabajar por la dueña de esa casa.
