Este 28 marzo el periódico estatal Escambray, publicó en su página web un video comentando una nota del Banco Central de Cuba en la que se "advierte sobre transferencias entre tarjetas MLC", y critica que el dólar del mercado informal esté más caro que el cambio oficial.
La hipocresía del periódico estatal, no es diferente a la del Banco Central de Cuba (BCC) respecto a este tema, pues el hecho de que el dólar esté entre los 48 y 50 pesos en la calle, es producto de la negativa del régimen de venderle a la población esta divisa.
Lo anterior, a pesar de haber impuesto, como parte de sus medidas para salir de la crisis económica, las tiendas en moneda libremente convertibles (MLC), únicas en el país que cuentan con un surtido estables de productos de primera necesidad, como aseo y alimentos, además de otros productos que no existen en las tiendas en pesos cubanos.
"Mercado informal de divisas en Cuba no respeta la tasa de cambio oficial de 1 dólar por 24 pesos", escribió Escambray, y agregó: "el Banco Central de Cuba estableció la tasa oficial, pero al no tener disponibilidad de divisas de cara al cliente, se ha disparado el precio de las divisas extranjeras en las calles de la isla".
En su nota el Banco Central de Cuba señala que para realizar transferencias entre tarjetas MLC, los usuarios deben comprobar que el número de la de destino comience por 9225, y de no ser así, aconseja que se desestime la operación, pues el monto podría enviarse a una tarjeta en pesos cubanos (CUP), a razón de 1 por 24, según el cambio actual.
El BCC también remarca que esto es válido para transacciones por cajero automático, Transfermóvil u otro canal electrónico, y para evitar confusiones o prevenir estafas, precisa que cualquier persona natural puede presentarse en una sucursal bancaria y solicitar la apertura de una cuenta en MLC, en la cual se puede depositar dólar norteamericano, euros, dólares canadienses, libras esterlinas, francos suizos y otras divisas, aunque está exenta de un depósito inicial.
Si Cuba fuera un país normal, y no uno controlado por un grupo de ineptos y corruptos, esta medida hubiera sido precedida por condiciones óptimas que garantizaran la disponibilidad de divisas en el Sistema Bancario y Financiero del país; para con ellas proveer al pueblo, y evitar la especulación y otras situaciones asociadas.