Un gran jurado de Miami-Dade, reunido nuevamente después de meses de pausa debido a la pandemia de coronavirus, acusó esta semana a Patricia Ripley del asesinato en primer grado a su hijo Alejandro Ripley, de 9 años y con autismo severo e imposibilitado de hablar.
Ripley, de 45 años, es una madre hispana de West Kendall que inicialmente denunció a la Policía el supuesto secuestro de su hijo, y luego admitió que era la culpable de la muerte de este, por lo que la detuvieron, sin derecho a fianza, bajo cargos de asesinato en primer grado e intento de asesinato premeditado.
De acuerdo con un reporte de Telemundo, los fiscales, durante una audiencia judicial este jueves por la mañana, anunciaron la acusación y determinaron que la mujer podría ser ejecutada.
El asesinato del menor tuvo lugar el 21 de mayo y, a este hecho se suman otros delitos graves por los que debe responder la acusada, quien permanece encarcelada mientras espera el juicio.
Añade hoy Telemundo que en el informe del arresto las autoridades de Miami-Dade revelaron detalles del hecho y presuntas evidencias de culpabilidad. "La policía reveló tener un video de vigilancia en donde se le ve a la mujer empujando al pequeño a un lago de Kendall en la tarde del día del incidente", precisa el reporte.
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Una cámara de vigilancia residencial en el suroeste del condado de Miami-Dade grabó el momento cuando Patricia Ripley, acusada del asesinato de su hijo autista de nueve años, lanza al niño a un canal de agua en Kendall y luego sale corriendo.
En el video revelado por el canal Univision 23, se puede observar cómo Ripley caminaba al borde del canal llevando de una mano al niño. De pronto se detiene por unos segundos, lo acerca a la orilla y lo empuja con fuerza al agua. Mientras el niño intentaba salir da la espalda y se echa a correr.
Asimismo, Telemundo 51 aseguró hoy que habló en exclusiva con testigos: "dicen haber presenciado el momento en que Alejandro Ripley se ahogaba en un canal al suroeste de Miami, frente a su propia madre, pero de donde lograron rescatarlo los propios vecinos del lugar".
La fiscal estatal Katherine Fernández Rundle confirmó tener evidencia en el caso que llevaban a pensar en la culpabilidad de la madre residente en West Kendall, en relación a la muerte de su propio hijo.
Las autoridades indicaron que Patricia Ripley salió de ese primer canal con su hijo y luego terminó ahogándolo en otro, de la calle 62 del suroeste y la 128 Court, donde finalmente murió ahogado.