La existencia de supuestos planes secretos para sacar a Julian Assange de la sede diplomática de Ecuador en Londres— donde permaneció refugiado durante 7 años—, y trasladarlo a Cuba o Rusia, ha salido a la luz gracias a un reporte del diario español El País.
El fundador de Wikileaks fue vigilado en la sede diplomática, grabado en audio y video, por una empresa de defensa y seguridad privada española, que realizó varios informes sobre los encuentros de Assange con sus abogados.
Estas reuniones acontecían en el baño de mujeres, porque Assange temía estar siendo espiado. Asimismo usaba un distorsionador de voz, y escribía en un cuaderno de notas, cuidando tapar el contenido de las mismas.
La empresa de seguridad que lo espiaba fue contratada por el gobierno ecuatoriano de Lenin Moreno, que terminó entregando al ciberactivista australiano a las autoridades británicas.
“Los dispositivos recogieron varios planes secretos para sacarlo de la embajada y llevarlo a Rusia o Cuba, proyectos secretos que finalmente no se ejecutaron por la negativa del activista australiano que los consideraba ‘una derrota’”, revela el reportaje de El País.