El hijo de quien fuera dueño del aeropuerto de La Habana antes de la revolución de 1959 ha anunciado su intención de reclamar lo que considera su derecho legítimo a una indemnización, aprovechando que el presidente Donald Trump permitió en mayo la entrada en vigor de la totalidad de la ley Helms-Burton, según informa el diario español ABC.
"Todas esas empresas van a tener que reconocer al final que las propiedades de las que se benefician son legalmente nuestras", declaró Lopez al diario español. Como ciudadano español, además de cubano y estadounidense, López se siente profundamente decepcionado con cómo el Gobierno español ha gestionado esta crisis, ya que ha amenazado a EEUU con llevarle a la Organización Mundial de Comercio por lo que considera el endurecimiento del embargo.
Durante la revolución, Fidel Castro y sus seguidores confiscaron la mayoría de la propiedad privada de la isla, incluido el aeropuerto Rancho Boyeros de La Habana -hoy José Martí- y la aerolínea nacional, ambos propiedad de José López Vilaboy, empresario con lazos estrechos con Fulgencio Batista, depuesto por los comunistas.
López, que ha contratado a varios abogados, estudia demandas contra la empresa francesa Aéroports de Paris, que gestiona el aeropuerto internacional José Martí, y contra las principales aerolíneas que operan vuelos comerciales con origen y destino La Habana, entre ellas tanto Iberia como Air Europa. También pretende demandar a Meliá y otras hoteleras españolas por explotar hoteles confiscados a su padre en 1959, como el Jagua, en la bahía de Cienfuegos.
Contactados por ABC, los portavoces de las aerolíneas afectadas no han querido valorar las posibles demandas. Fuentes de Globalia, matriz de Air Europa, sí mantienen que no creen que las demandas prosperen porque la empresa no posee propiedad alguna en Cuba. Es la misma respuesta que han ofrecido en el pasado otras compañías ya demandadas, como Meliá, que defienden ser meros operadores.