La pandemia de coronavirus está aún lejos de ser un mal recuerdo. Pese a los meses de confinamiento, los rebrotes están a la orden del día, por lo que las medidas preventivas y de protección deben ser parte inseparable de nuestra vida actual.
En tal sentido, y porque en materia de prevención nada es superfluo, autoridades sanitarias de Canadá nos dieron recientemente varios tips, algunos impactantes por curiosos, chocantes o cómicos, para tener relaciones sexuales sanas y seguras en tiempos de COVID-19.
El más llamativo de todos es el que aconseja usar "barreras" para el coito. Ejemplo de éstas sería un agujero en la pared, a través del cual se pueda hacer lo más característico de un acto sexual completo, mientras se evita el contacto cara a cara.
De tal suerte, si usted llevaba tiempo sin usar el taladro porque no tenía mucho que hacer con él en casa en estos tiempos de coronavirus, desempólvelo y póngase creativo. Piense en cuáles lugares serían más efectivos esos agujeros de placer que desde Canadá nos recomiendan.
Si no tiene taladro propio, pruebe a pedir uno prestado. Es duro que alguien a quien conocemos nos niegue la ayuda para tan importante menester. Como bien definen las autoridades sanitarias de Columbia Británica, provincia occidental de Canadá, “el sexo es clave para el bienestar mental, social y físico y más en una situación de estrés y ansiedad como la que se vive ahora en el mundo, que puede disparar los casos de depresión”.
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Citadas por muchísimos medios en el mundo ante la originalidad de su más llamativo consejo, entre ellos Telecinco, dichas autoridades animan a no venirnos abajo y “seguir teniendo relaciones sexuales durante la pandemia de COVID-19”.
Para ello taladrar es una interesante tarea complementaria que, además, nos aliviará el estrés y nos ocupará mentalmente también mientras abramos los agujeros. Aquellos que ya los tengan se librarán de la nueva faena previa al “buen sexo seguro”, pero tendrán algo menos que contar en el futuro.
Y sí, resulta insólita la recomendación canadiense, o “chocante”, como la caracteriza el referido medio español. Sin embargo, además de esa, hay otras recomendaciones más habituales y razonables de las autoridades que, todas en conjunto, nos pueden ayudar a que el coronavirus no se una permanentemente a todas esas amenazas que pesan sobre el sexo irresponsable.
Por supuesto, tener una o pocas parejas sexuales regulares o habituales es una recomendación importantísima, como también lo es el no olvidar que nosotros mismos somos nuestra pareja sexual más segura. La masturbación “no propagará el coronavirus”, por lo que puede acudirse a ella con total paz, la misma que puede proveer en estos tiempos el sexo virtual y otras prácticas estimulantes que se valen de la tecnología y relegan el contacto físico.
Mientras azote la pandemia no se debe andar besando sin prudencia. A ello volveremos cuando retorne la normalidad plena. Para los encuentros sexuales casuales o con parejas no regulares que no sabemos si fueron contacto reciente de algún infectado del SARS-CoV-2, los besos son totalmente desaconsejados.
De hecho, una recomendación esencial es también usar mascarillas faciales, que prevengan el intercambio de partículas nasales y de saliva, la principal vía de propagación de la enfermedad pandémica. Junto a las mascarillas debe estar presente el condón para reducir los riesgos de contagios, y la jerarquización de las posiciones, siendo las más aconsejables aquellas que no supongan estar cara a cara.
Además de en partículas desprendidas cuando se tose, estornuda o simplemente se habla, el virus se ha encontrado en superficies variadas y en muestras de semen y heces. Aún no se ha establecido si también puede estar presente en la sangre o en los fluidos vaginales, ni si se transmite a través del sexo.
Por ello, es mejor prevenir que tener que lamentar. Agujeros y taladros aparte, o mediante, los consejos de las autoridades canadienses se agradecen. Van dirigidos a que el sexo pueda ser seguro aún en medio de una pandemia y ello, dada su importancia, es esencial para el bienestar de todos.